domingo, 18 de diciembre de 2022

UN SÁBADO SOLEADO EN ALGÚN LUGAR DE LA TIERRA


 

A Marco Pulido, entrañable y gigante

Es cierto que he estado triste:
los niños de los años cincuenta
no leen libros en la Alameda,
bajo el temblor de las sombras
de los árboles,
en el alba de las guerras anunciadas,
en la efímera paz del mundo

Porque te pienso y te imagino

Porque me haces falta, nos haces falta
a mí, a tu esposa, a tus hijos,
a tus nietos, a las jornadas de juego,
a los resabios de mar por la mañana

Al invierno y Los Supersabios
y al cansancio que cae en picada
y se incendia

Pero también hay agradecimiento
y honor y respeto
y la vigilia con sus trinos de hojarasca
en las noches largas

Mi hermano… escribo

Y se refundan las praderas
y un gato hurta el fuego
de los supervivientes

Está panza arriba en el piso
de la casa

Luis Daniel Pulido

Foto: Roberto Bernal

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