Ivette canta en el Shiva, donde la luz se va y viene
y no hay cuadros de Delacroix ni hombres que hablen
–pongo estos ejemplos– de Tolstoi y Stendhal;
ahí todos celebran, comen y beben y yo (sí, yo)
le envío besos, de los que hacen historia,
repique de pasos, pancitos de queso
Ivette canta y usa sombrero y yo le hago “ojitos”
y pongo a su disposición automóvil último modelo,
monedas de la suerte, pozo de los buenos deseos
Ivette se ve tan bonita que me siento;
y por única vez no hago travesuras
ni esas cosas que provocan ruido
Quisiera, un día de estos, sentarme a su lado
y pedirle un beso y sentir qué tan cerca
está el cielo cuando no uso lentes
y todo, todo parece un sueño
y no hay cuadros de Delacroix ni hombres que hablen
–pongo estos ejemplos– de Tolstoi y Stendhal;
ahí todos celebran, comen y beben y yo (sí, yo)
le envío besos, de los que hacen historia,
repique de pasos, pancitos de queso
Ivette canta y usa sombrero y yo le hago “ojitos”
y pongo a su disposición automóvil último modelo,
monedas de la suerte, pozo de los buenos deseos
Ivette se ve tan bonita que me siento;
y por única vez no hago travesuras
ni esas cosas que provocan ruido
Quisiera, un día de estos, sentarme a su lado
y pedirle un beso y sentir qué tan cerca
está el cielo cuando no uso lentes
y todo, todo parece un sueño