jueves, 25 de julio de 2024

YO, LUIS DANIEL PULIDO


 

Da lo que tienes. Para algunos, eso puede ser mucho más de lo que tú puedas creer
Henry Wasdworth Lonfellow

Todas las cosas las supongo,
el por qué de la poesía, la muerte de los hombres,
la belleza de los becerros y los calostros
y las orejas gachas de los perros
cuando tienen hambre
No tengo respuestas para nada,
ni certezas, el dolor me viene
de la infancia
He denunciado crímenes de guerra,
los huesos enterrados en el corazón
de la patria de las niñas asesinadas
He sobrevivido al alcoholismo,
a la noche de los monstruos,
a Tlazoltéotl y la yoga
y el new age y las onegés
Al reclamo de que poco o nada
aporto a los pueblos marginados
de Chiapas; tiempos modernos,
en sus canales de Telegram y Whatsapp
Que jugué futbol en un equipo de blancos
mamones,
que bailé en las discotecas de Cancún y Los Cabos
Y muchas cosas más
Supongo que la cocaína –que ya dejé,
y que no sepa los versos del poeta Refaat Alareer,
me hacen bufón de la corte,
que no sepa dar un golpe como se debe dar,
sin pensarlo:
Al Estado y su criminalidad,
viendo “El cielo sobre Berlín”
de Wim Wenders
Sí puedo, carajo
Knock Out que acompaña
una rubia como en los viejos anuncios de cerveza
Lo demás es responsabilidad
de las viejas escuelas de Filosofía
Yo regreso en un rato
Luis Daniel Pulido

viernes, 19 de julio de 2024

LO ÚNICO QUE SÉ ES QUE AMABA A PAT BENATAR


 

Seré breve, y obvio:
los setentas estadounidenses,
la cerveza en lata indestructible,
Richard Dreyfuss, Roy Scheider,
Robert Shaw, kermés de scouts,
Bo Dereck, Joan Didion,
el Ford Maverick 1973
Viví en una burbuja,
o en un cuarto separado,
lejos de luchadores sociales
que jugaron a ser víctimas,
y ahora –sin leer autores judíos,
han tomado el poder
“Me apena mi mala educación”,
Judas Priest antes que Homero,
el Karate Kid antes que Herzog,
Mazinger Z antes que Ulises,
Mónica Bellucci antes que Storni
Canciones para viajar en motocicleta,
posters gigantes de Led Zeppelin,
un joven solitario,
no un traidor a la patria
Black Sabbath
Bienvenidos –canta Miguel Ríos
Lugares y canciones de donde jamás me he ido
Vuelo una cometa
Luis Daniel Pulido

lunes, 15 de julio de 2024

LAS COSAS QUE YA NO EXISTEN


 

Hago una pausa a las once de la mañana,
abandono las tiendas de antigüedades
de libros raros,
las construcciones subterráneas de mi memoria,
el sonido Rickenbacker en los discos de rock
No entiendo el ruido antiquísimo de la Revolución:
sus fiestas patronales, la mosca que vuela,
las balas al aire…
los muertos, muertos que no vieron,
por ejemplo, cine de Costa de Marfil,
no supieron del blues ni probaron
una birria con todo y su consomé
Una pena morir por nada
Morir
Y que las cosas vayan de mal en peor
Hago una pausa a las once de la mañana,
se agotaron los boletos al bosque de los suicidas,
a nadie le importa Emerson, Lake and Palmer,
el sistema filosófico de las ideas,
que espere a Godot,
un WhatsApp y el escozor por contestar
Los libros y mis lecturas no existen más allá
de mi habitación,
el sol es una maravilla, el temblor de mi perro
por sus sueños, las ardillas mordisqueando
manzanas, pero…
Salgo a un país de cultura narcotraficante,
a sus hábitos y música,
círculos de violencia que se cierran
y jamás se abren
Me quedo con las palabras “Siria y Palestina”,
con lo que iba a escribir…
hasta nuevo aviso
Extraño el silencio,
buscar los porqués de la vida,
mi cuaderno de notas,
las cosas que ya no existen…
Luis Daniel Pulido

MI RAYO ES EL PUNK


 

De repente –Guy Debord no va a través de la lluvia,
es una bandera y como tal la izan, la ondean,
está en un tarro de cerveza, en la noche más oscura,
en la familia cultural chiapaneca,
en una zanja negra, negra, negra,
basurero del tiempo, itacate de sus ancestros
De repente una nueva era,
castillos de luces en el cielo,
su chiapanequidad
Qué más chiapanequidad que Chenalhó
y sus últimos veintitrés años,
el grito apagado por la inteligencia,
ese club de golf que camina
sobre sus muertos por una pizca de dinero,
el micrófono abierto
Desolación
Indolentes en su marcha al fin de los tiempos,
con su cafecito de la mañana,
la sanidad universal que les da nacer en tierras
de ríos y montañas y cascadas
y sí, el sol más bonito en las playas
“No manches, amor”, me dice la mujer
a quien leo esto: irrupción, corifeos,
asilos políticos, barcos camino al olvido,
no me detengo
Mi rayo es el punk
Luis Daniel Pulido

sábado, 13 de julio de 2024

MOTORHEAD Y UN BAGUETTE PARTIDO A LA MITAD


 

Que se viene un libro de Joseph Conrad,
o sobre Joseph Conrand,
de una catedrática de Harvard,
leo… porque tengo que leer;
igual, obligado o no, lo hubiera hecho,
hay cosas que quedan en la mesa,
como un atardecer rezagado,
una postal de la Universidad de Edimburgo
en Escocia, esas cosas raras que me pasan
No he visto el reloj,
las obras cumbres de Sebald,
pero sí la foto de Thomas Hoepker,
cinco años después…
unos jóvenes toman el sol
mientras al fondo dos enormes
edificios caen con su adagio desolador
de fuego y piedra
Quisiera quitarme esta etiqueta,
del hombre solo que intenta
reconciliarse con la vida y lo humano
Y alzar una cerveza en señal
de que estoy bien,
subirle el volumen a las canciones
de Motorhead
Pedir comida
Picar los bisteces con papas
y reconocer que no hay golpe más bajo
que en vez de tortillas te pongan
un baguette partido a la mitad
Luis Daniel Pulido

viernes, 12 de julio de 2024

COSAS QUE PASAN EN EL MUNDO, PERO NO AQUÍ


 

Me voy a la cama,

no llegaron las noticias que esperaba,

una Fundación de Letras que me pague una residencia

en Islandia, una banda punk a la que le escriba canciones,

La luz de agosto de William Faulkner,

la abundancia de un gobierno justo y socialista,

un lamento: “nos dieron la tierra”

 

No tuve visitas,

los Peripatéticos en Atenas

se tomaron selfies sobre unas piedras

 

Y sólo

 

Lo demás –extraño en tierra extraña,

me hace apagar las voces de este pueblo,

hundirlos en el silencio

 

Desaparezcan…

 

Luis Daniel Pulido

 


jueves, 11 de julio de 2024

NADA, DIGO


 

Cuando digo “nada me detiene” no es porque atacaré Tebas, ni meteré un churro en chocolate caliente para romper la dieta, esa enorme lista de lo que puedo comer y no. Lo digo como si fuera un rayo en la noche, un golpe en la mesa, el trueno que endereza los árboles torcidos de mi cerebro gracias al esfuerzo y la resistencia: subir y correr una larga montaña, custodiar tesoros enterrados por náufragos que salen al mar en época de lluvias. “Nada me detiene”, digo, como último acto de sobrevivencia. Ya no hay canchas de fut ni porterías. Soplo a los mosquitos que rondan mi rostro. Tomo algunas fotos. Regreso a casa y leo un mensaje: “El nuevo régimen político y económico se construirá a través del diálogo democrático entre todos los mexicanos”. Escupo mi café.

 

Luis Daniel Pulido