Por ti puedo hacer muchas cosas;
por ejemplo, en una reja al aire libre
sacar mis pies y moverlos y orientar
a abejas con turbantes que buscan
el norte de Pakistán, al grillo atrapado
en una gota de lluvia que busca a su geisha
Y no conforme con eso, soy Roald Dahl
y vuelo en un avión que al aterrizar
se transforma en un durazno gigante
–Gua –dicen un montón de niños
que piden ser mis amigos y te pregunto
a ti si puedo, y corro a reconectar los cablecitos
de la máquina del tiempo y me doy cuenta
que es un equipo de fut que no tiene portero
Y tú me vuelves a decir: –Corre, corre, corre
Y yo corro, como desde hace quince años,
sin un ojito pero sin pisar cáscaras de plátano
ni los tornillos de los destartalados aparatos
ortopédicos
Contigo puedo hacer todo y jamás tengo miedo