lunes, 30 de septiembre de 2024

EN MEMORIA DE LOS ÚLTIMOS DÍAS DE FIESTA


 

En el año dos mil o dos mil uno,
ya nadie hablaba de los Kinks,
el fin del mundo había quedado atrás,
comíamos palomitas en los últimos cinemas,
el synth pop iba como un río en los últimos cassettes
A veces citabas a Oscar Wilde,
algo de su libro De profundis,
una afroamericana nos recodaba la música disco,
le subías el volumen
Mi vieja playera de Iron Maiden
ya no ocultaba mi panza,
no escribíamos libros,
tú eras una Baby Spice
De repente una duda filosófica,
hora de picar el bacalao,
duro y a la cabeza
Y vueltas y vueltas
¿por qué la deshumanización,
ese futuro de criminales irreflexivos?
Hojas y hojas escritas sobre eso
Yo quería cantar canciones
de bandas que tú desconocías,
pasar los dedos sobre una rueda
de queso Parmigiano Reggiano,
hablar de una revolución en serio
En esas andada cuando tú,
de la nada, cantabas
Yo, I'll tell you what I want, what I really, really want
So tell me what you want, what you really, really want
I'll tell you what I want, what I really, really want
So tell me what you want, what you really, really want
I wanna, (ha) I wanna, (ha) I wanna, (ha) I wanna, (ha)
I wanna really, really, really wanna zigazig ah
Y no soltabas tu cerveza
Luis Daniel Pulido

sábado, 28 de septiembre de 2024

BREVE CRÓNICA DE MATT MURDOCK


 

Viajar a Tuxtla es una aventura, una moneda al aire, por el mal estado de la carretera y su profunda oscuridad que cuelga de un látigo de agua, el sonido de un limpiaparabrisas, la lluvia que empieza. No puedo salir de noche, mis ojos son dos bichitos rojos que viven apareándose detrás de unos lentes. No veo. Pero por mis amigos, lo hago. Mi vida por un momento con ellos. Y ahí voy por las vísceras de un pueblo mágico, pateando sus desechos, abriéndome camino con un bastón para ciegos, mi gin tonic a mano. Ciego, sí; mamón, también.
El viaje es una tortura, música a alto volumen, celulares a alto volumen, instrucciones a gritos, esa especie de militarismo doméstico llamado “usos y costumbres”, oraciones que nunca llegan al final. Si fueran mudos, mudos gritarían –pienso. Es hora de hacer mi magia: me pongo mis audífonos y desaparezco.
Llego a Tuxtla y empieza la fiesta. Abrazos por aquí, por allá, conocidos, medios conocidos, no conocidos, pero “que me han leído”, una chef joven y bonita que me pregunta “¿todo bien?” y yo a punto de contestar con un piropo, “pintar el aire y el cielo” con tremendo disparate: "¿Quién fuera OVNI para el Tepoztlán de tus ojos?" No lo dije, lo pensé. Y fue suficiente.
Alfredo anuncia la tercera llamada y la obra empieza. Soy feliz.
Luis Daniel Pulido
Foto: mi mismo.

domingo, 22 de septiembre de 2024

BREVE POEMA DE AGRADECIMIENTO A UN PAR DE AMIGOS


Para Héctor Cortés y Miguel Carballo
A Mónica Corzo
Han sido días difíciles –como los de todos en este país,
de batallas diarias, la reina de la colmena en la cabeza,
hormigueo de metales oxidados,
un derrame en el ojo izquierdo
No vivo en un departamento con vista
a un pequeño cine de Praga,
un solo de batería:
Cozy Powell, John Bonham,
Keith Moon,
pero lo sé: no es Día de Muertos
No hay grito para pedir ayuda,
las bases de la microbiología,
las áreas del conocimiento
no tienen universos paralelos
Sólo la misma gente gritando
hurras a su pueblo
Caminé y sólo eso: caminé,
hasta llegar al consultorio de un amigo
que a su vez otro amigo le dejó una pregunta:
¿Qué vas a hacer con Luis Daniel cuando envejezca?
Lo adopto –dijo mi buen amigo y maestro
Cerré los ojos y desperté en un largo campo,
haciendo ejercicio,
lo que hacen los hombres que no se rinden
y sí, envejecen como debe ser:
junto a un par de amigos
Luis Daniel Pulido

 

lunes, 16 de septiembre de 2024

A LOS INVISIBLES, LOS DESPLAZADOS, LOS QUE NO EXISTEN


 


Nada que celebrar
—acaso la sesión de fotos de Rebeca Ferguson
para Calvin Klein,
que he asegurado el alimento de mis perros
y gatos,
el pensamiento griego, la filología y la literatura
clásica,
el ramito de flores que sale de la tierra
No este país que odio desde niño,
a sus políticos y viejos maestros,
gusanos del verbo, la coma y el sujeto,
abogados y notarios públicos,
cobardes honores a la bandera
Éntrale al juego –dicen,
puedes ser periodista del régimen,
beneficiarte del sistema
Nada que celebrar –insisto
Maldito “Viva México” y su anillo de vórtice
en el aire,
cada palabra de este presidente
y su forma de ensalivarse la sangre
Lo que escupe: indolencia y miseria
Luis Daniel Pulido

sábado, 14 de septiembre de 2024

ORACIÓN PARA SALVAR EL AMOR Y LA VIDA


 

Deberíamos estar diseñando un plan
para viajar en el tiempo,
a qué velocidad,
echándole un ojo a la revista
Classical and Quantum Gravity,
bebiendo un choco milk bien rico
como los que hacía la mamá
de Nadia Villafuerte
O viendo el cielo azul de Tuxtla Gutiérrez,
colocando un barquito sobre el libro
Cánticos de la lejana tierra
de Arthur C. Clarke, sabes
En una de esas alzarme la playera,
rascarme la panza sin avergonzarme,
que el futuro así nos alcance
Deberíamos estar contando los maicitos
del pozole,
las estrellas sobre las torres de control
de los aeropuertos que dibujaste
Besarnos en un hotel de Moscú
—al margen de la edad que tengamos,
y que las balas del narco no nos roben
este sueño
Colegio Niño Artillero, 1978
Luis Daniel Pulido

jueves, 12 de septiembre de 2024

EL HOMBRE FUERA DE LA LEY


 

Soy de los que aun escuchan Breaking the Law
de Judas Priest y salta, mueve la cabeza
—headbanger que como tele de geriátrico
suena alto, hace sombra de guitarrista
legendario
Soy un hombre fuera de la ley,
papiro de una necrópolis en Egipto,
playera negra de Iron Maiden
(Powerslave, ¿se acuerdan?)
Un hombre viejo que se sienta a recordar,
enzima de heavy metal,
auto a toda velocidad
Que extraña a la mujer de su vida,
que pasa a su lado,
pisa el césped,
lleva una playera de Robert Plant
El rayo de mi voz parte en dos la puerta,
entran mis perros
El mar nunca está en calma
Siento un pequeño punzón en mi rodilla
Me acuesto
Luis Daniel Pulido

martes, 3 de septiembre de 2024

EL VIEJO VAUGHAN


 

Yo no soy de los que gritan “pongan Caifanes”,
no como ejemplo de prudencia ni vejez,
la memoria –pequeña biblioteca portátil
me lleva años atrás del rock mexicano,
a un viejo de apellido Vaughan
que cantaba canciones de Bob Dylan
en Cintalapa, Chiapas;
leía también La Biblia, fumaba tabaco
de algún lugar de la sierra de Guerrero,
tierra caliente, tierra de Lucio Cabañas;
me contó del hombre congelado en la ruta
de los Apalaches al este de Pennsylvania,
viejo noble que se opuso a la guerra de Vietnam,
que ahora era fugitivo de las larguísimas jornadas
bajo el sol en Estados Unidos, jeringa de heroína,
permisos de la DEA
No supe más de aquel buen hombre,
rechazó el paraíso humano de los títulos
universitarios, el infierno de las clases sociales,
un día se fue y no supe más de él…
Cuando me acuerdo de su conversación
sobre Dios, la muerte, el amor, la libertad
—hippie en busca de su Audrey Hepburn,
escucho a Creedence Clearwater Revival
Wrote a song for everyone
Wrote a song for truth
Wrote a song for everyone
When I couldn't even talk to you

Luis Daniel Pulido

MI MALA EDUCACIÓN


 

Reconozco que le debo más a Rocky Balboa
que a José Vasconcelos,
a Jennifer Connelly que a Sor Juana
—las trampas de la fe contra los ojos más bonitos
que he visto;
reconozco que nada sé de los zoques,
direcciones o avenidas,
algo sí de Søren Kierkegaard,
una bandera en lo alto,
la del Líbano
Reconozco que le debo más a Spider Man
que a Jaime Sabines y todos los poetas chiapanecos,
tangentes, diferenciales e integrales,
Jethro Tull, Bo Derek y Lina Santos
Reconozco que le debo más a Jaws,
su inicio: Susan Backlinie atacada por un tiburón
que no se ve
Reconozco que le debo más a Black Sabbath
que a las historias de la izquierda y derecha mexicanas;
reconozco que le debo más a Kurosawa, Scorsese,
El Padrino
Reconozco que le debo más a Elisabeth Shue
que a Carlos Fuentes, Revueltas, Octavio Paz,
su Piedra de Sol, su Elena, su Mari-Jo
Reconozco que le debo más a la NFL
que a todas las clases de ética,
de Literatura Hispanoamericana,
Flaubert y Maupassant
Reconozco que le debo más a Hulk
que a Emilio Rabasa, el ADN autoritario del éxito,
lo que forjan las escuelas:
Políticos tontos, políticos asesinos
Políticos
Reconozco que le debo más a las canciones de rock
que a los rezos y las tradiciones y la otra cara de la moneda:
los linchamientos
Reconozco la matanza de Golonchán,
Acteal y mi incapacidad…
Que no hice nada,
que no me alcanzó para nada,
ni amor ni fuerza ni lecturas
las impidieron
Que todo es historia,
“comisiones para la verdad”
Reconozco que le debo más a Lou Reed
que a los jóvenes poetas y los pueblos mágicos,
fiestas de hombres vestidos de monos y jaguares,
con aplaudidores y cohetes que estallan a lo lejos
y asustan a los perros
Reconozco que recuerdo viejas películas
que vi en el cine Vistarama,
y a eso me apego…
Y donde a veces despierto
Luis Daniel Pulido