Las caricias son los únicos procesos democráticos que conozco, son determinadas secuencias donde el tiempo y el espacio constituyen un solo lenguaje. Uno empieza por las manos hasta llevar a cabo un beso, persuadiendo así tu desnudez y la mía para ese país perfecto que es la cama, donde las almohadas no crean distancias y los sueños descansan en cada parpadeo, cada mirada, de frente a la vida tomados de la mano. Luis Daniel Pulido. Akumal, Q. Roo; México
lunes, 17 de abril de 2023
QUE EL AMOR EN ESTOS CASOS LO PUEDA TODO
domingo, 9 de abril de 2023
HUBO UNA VEZ UNA CANCIÓN: MAN ON THE SILVER MOUNTAIN, Y HUBO TAMBIÉN UN HOMBRE QUE SE QUEDÓ PARA SIEMPRE EN CASA
Me concentro –o ni eso,
sólo camino con mi perro
y mi mente me lleva a una asamblea
sobre de qué va el resto del año:
la corrupción del Estado
y su bola de nieve
y que Dios nos tome confesados
Me dicen que esto es depresión,
aislamiento, renuncia a un mundo
nuevo
Y que he engordado
y ya no portereo
y he olvidado de qué lado
debo dormir para que no me devore
el monstruo otro pedazo de mi cabeza
Reconozco, eso sí, la tristeza,
un juego pausado de los Lakers,
las hormigas en el pan de la mesa,
los mirlos de primavera
Cuando me hundo en la cama
y las raíces de los árboles
hacen el resto
Me duermo
PRÓXIMAMENTE
Su contenido puede ser sencillo. En su
lenguaje. Mi hermano y yo no nos propusimos reivindicar la figura de la poesía.
Ni de nada. La certeza es, por camino y búsqueda, errática. Por eso escribo
desde el naufragio. Sentado en mi silla de madera. Bajo el árbol de relámpagos
con sus raíces de mar en calma.
Luis Daniel Pulido