lunes, 30 de octubre de 2017

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Una de las principales preocupaciones es la gente que dejamos atrás. Yo no dejo a nadie.

Joan Didion


domingo, 29 de octubre de 2017

LOS MUERTOS

Puedo citar autores que desconozco
–a manera de llamar la atención–
y pedir una mano de póker que me cargue de tesoros
para visitarte en Maryland

No hablo de que te recuerdo
porque en realidad nunca te he olvidado,
eres la mujer que habita mi casa,
la que marca el parasiempre:
el atardecer en Vallarta,
la suave piel de tus manos

Estás aquí, en mi corazón, y ya no somos rivales;
nos apremian las mismas expectativas: el amor, la vida,
tu hijo, tu cumpleaños en México y los boleros
que nunca me gustaron y el rock que tanto odiaste

Hoy puedo subirme a los elevadores del World Trade Center,
darte una visión clara de la geografía de los mares de Oaxaca,
desnudarte en la arena mientras los universalistas de este oficio
me gritan que sí –efectivamente– hay el gran poema

Pero a mí lo único que me importa es que al final de la playa
camines vestida de novia sin la constelación incandescente
del espejismo

Que aparezcas y me beses y me des a mí también hijos


Luis Daniel Pulido

L'ENFER JE SUIS


Esa vida de luz que llevas,
turula de Mesoamérica,
fricción de motor fuera de borda,
entras en trance:
Descargas siglos de silencio,
le quitas los pelos al chicharrón:
tu poeta es Oscar Wong
Satán te da “cosa”
Y el vidrio transparente de los baños,
las caritas deformadas del infierno
“Voy a empalar a tu gato” te digo al oído
y despiertas
¡Las llaves de mi auto, las llaves de mi auto! –gritas
¿Y la poesía?
Sujetada a un tronco va una varice

Luis Daniel Pulido


miércoles, 18 de octubre de 2017

LA TRISTE HISTORIA DE CHARLES BRONSON



Y ahora cómo te digo que te quiero:
los dioses, antes muertos, están más vivos
que nunca y hacen largas filas:
el poeta novel, el genio de las finanzas,
la nueva estrella del futbol brasileño,
el amontonamiento feminista

Quise invitarte un café,
tu empanadota oaxaqueña,
navegar al otro lado de la tierra

Compartir las revelaciones
de los libros prohibidos,
la luz del faro uncida en la piedra,
a los tacos de tripa

Ya no: pusiste aceite de oliva
a los huevos rancheros,
iniciaste la cruzada contra
la testosterona,
me mandaste a un estudio
de masculinidades

¿Qué? ¿Por qué?

Me han prohibido la palabra “desempance”


Luis Daniel Pulido 

viernes, 13 de octubre de 2017

FRIJOL CON PUERCO



Me he vuelto vegana –me dijo,
de buena fe, sin policías en el edificio
ni colación de otras piñatas;
vegana de cabello largo, saco negro,
costeña de fuego

Me he vuelto vegana –me dijo,
raíz de luz, libre de impurezas,
libre de los ojos vidriosos del carnero,
libre de los bisbiseos de los mataderos

Vegana hasta el domingo,
cuando llegaste de improvisto,
madera vieja de mis puertos
¿Por qué me trajiste frijol con puerco?


Luis Daniel Pulido

domingo, 8 de octubre de 2017

BREVE Y URGENTE DECLARACIÓN DE AMOR



Mis intenciones contigo son buenas:
pececito que abre la boca y espera su alimento,
ojos de borrego, pasito tun tun,
espumita de alka seltzer, uva del verano,  
luna del Sahara, curita de mis heridas,
vengache pacá

Uyuyuy ayayay
cómo se mueve el mar


Luis Daniel Pulido

TUXTLA



Eres mi ciudad. O qué.
Ya no te repites hasta al cansancio
humilde, pequeña, con arroz con leche
y tamal de mole en cada esquina

Con tus viejitas de rebozo
y Moncho el policía incendiario

A mí no me robaron el mes de abril,
a mí me robaron tus matinés extraídos
de lo más profundo de las selvas africanas,
tus canchas de tierra, el campo de La Salle

Y la agencia de Revistas Velázquez, La Forteza,
el parque Morelos

La Prevo y la pantalla más grande de América Latina:
el cine Vistarama de mis fines de semana

Eres mi ciudad: la ballena dormida de tus discotecas,
el sol de California en los vinilos, la luna en los charcos
de la estación de Telégrafos Nacionales,
mi padre –el viejo nómada de setenta años
que me trajo a este rincón de la Tierra

Eres mi ciudad, el edén de la permanencia voluntaria,
la malla ciclónica de viejas canciones

Y ella: que aún trae el uniforme del colegio


Luis Daniel Pulido

jueves, 5 de octubre de 2017

PUNISHER EN PLAYA DEL CARMEN*



La soledad se la debo a T. S. Elliot,
a los ojos saltones de los peces dorados,
a los lienzos de Heinrich Lossow,
a las maletas inmóviles de las salas de espera,
a los pisos pulidos de los hospitales,
a los cactus de un canal muerto,
al desierto que dejan los golpes en la mesa,
a las mujeres que me obligaron a mantener la calma,
a los medicamentos –que como quien acerca
un barco al mar– me convirtieron en el cordero
protagónico del éxito

Al reloj con manecillas y la luz que se cuela bajo la puerta,
a la afanadora que corre las cortinas y me dice que el bar
abre en dos horas

A todo eso y la gotera en el lavabo como un pedazo
de carne que se deshace

Luis Daniel Pulido

*Del libro PUNISHER ENTRE NOSOTROS


TOM



Te has ido Tom,
y qué bien que no eres parte de ese discurso
“es poeta, editor, autor de los libros bla, bla, bla”,
despropósitos de ciertos sujetos
y su trance personal de ensoñaciones

Eres Tom y te saludo y agradeces el gesto
y te paras al costado de una ola, un relámpago,
una carrera de caballos y reduces al mínimo el poema

La muerte en ti no es aparatosa ni llamativa

Se despliegan espejos y ya no te veo

Luis Daniel Pulido


lunes, 2 de octubre de 2017

SI PUDIERA YA NO ESTARÍA AQUÍ*



Es la entrada principal –escucho.
Ha de ser un país, una biblioteca,
una tienda de discos

De cuando acá la soledad
es parte de las mesas de diálogo,
una septuagésima feria del libro,
de algo que pasó hace catorce años,
el pasto seco de los campos de batalla

No

El éxito es un grito atroz y perturbador,
el pulpo en la mancha de petróleo
que lucha hasta el final,
el centro salmonero para el hombre
de negocios

No

Lo mío no es un proyecto de vida,
lastres que detonen el alma transparente,
noticias en línea de culturas remotas:
reduzco la ostentación a un largo etcétera

Y es probable –como otras veces–
que no te conteste las llamadas,
sume puntos a los distintos foros
de discusiones

El interior de cristal de la computadora
encendida es algo que no me interesa

Luis Daniel Pulido


*Del libro PUNISHER ENTRE NOSOTROS