miércoles, 17 de agosto de 2022

CELEBRACIÓN


 

A propósito de los 130 años de Tuxtla Gutiérrez,

a propósito de los jardines y los estanques

y las ventanas sin cerrar y las puertas abiertas

y los rezos con sus ancianas y el humo

memorioso de los zoques

 

A propósito de los 130 años de Tuxtla Gutiérrez,

a propósito de la güerita de Sausalito, California,

la Escuela Secundaria Técnica,

las colonias tradicionales,

la música herética con la que hice amigos:

el heavy metal

 

A propósito de los 130 años de Tuxtla Gutiérrez,

a propósito de las ranitas después de la lluvia,

mi casota y su árbol de huanacaxtle,

la señorita Náfate

 

Y sus ojos verdes y su mala ortografía

y que no leerá un libro

 

A propósito de los 130 años de Tuxtla Gutiérrez,

a propósito de la inmersión a mundos fantásticos

y el futbol y los arroyos limpios y el Rey Leonardo

y esa belleza que hizo abriera más mis ojitos:

Muna Dora antes de su éxito en el gobierno,

después de que me regresara a casa porque,

me dijo, “chamaco, tienes paperas”

 

A propósito de los 130 años de Tuxtla Gutiérrez,

a propósito del cine y las grietas a donde espiábamos el mundo,

de Ava Gardner, Dolores del Río, Hilda Aguirre, Kathleen Turner

y las tortas de pollo y la confitería y AC de Música

y la Discoteca Americana y los vinilos y el diseño gráfico

y los libros que leímos y siempre, siempre cuestionando

al sistema

 

Gobierno de mierda

 

A propósito de los 130 años de Tuxtla Gutiérrez,

a propósito de las drogas que dejamos

y la nueva vida y cruzar la línea sin miedo:

nadar hacia el otro lado y pedir chance y ser parte

de nuevo de la historia del futbol soccer

 

De ser sinceros: al Tec sólo llegaba a ver a Mónica Corzo

y a dormirme en las jardineras e inventarme bandas sonoras

de lo que es ahora mi vida

 

“Los amigos del barrio pueden desaparecer,

pero los dinosaurios van a desaparecer”,

cantaba Charly García

 

Luis Daniel Pulido

 


jueves, 11 de agosto de 2022

UN CAMPO DE FUTBOL


 

Un campo de futbol no convoca

a los espíritus del bosque,

es el resultado de antiguas polvaredas,

la roca y su respiración que cae del cielo

y donde descansa la iguana verde,

ese fósil brilloso cortesía de una larga fila de cedros

 

Un campo de futbol tiene que ser de césped,

de tierra tibia, de surcos hechos por la máquina

y su ronroneo de almidón o caracola

o mar que está lejos

 

Un campo de futbol resguarda la victoria

y la derrota y la redención

y los cañones del patio

y su fuego de cervezas en lo alto

 

¡Salud!

 

Un campo de futbol no es una noche oscura,

ni para los ciegos,

doy fe de ello

 

Y me lanzo por una pelota

 

Y por otra

 

Mis amigos dicen “buena, portero”

 

Sí, este es el sueño del que no despierto

 

Luis Daniel Pulido


ESOS MISERABLES LLAMADOS PRESIDENTES DE MÉXICO


 

El presidente de México, llámese como se llame,

Perengano o Fulano o Calderón o López,

Fuentesanta o Walser o Juárez

son lo mismo: cruce de voces engusanadas

de patria

 

Son, ellos, los cínicos, los siniestros

que se llevan todo

y hacen alarde de justicia,

de voz a los pobres

 

El presidente de México es una figura

de tipo corriente aunque la ficción emotiva

lo niegue:

 

Se ponen de pie y dan su discurso,

un par de excentricidades,

aeropuertos, torres de luz

y pan, pan, pan por todas partes

 

“Señor presidente, me han matado a mi hija,

a mi hijo, le metieron un tiro en la cabeza”

grita una madre desesperada al caudillo,

al santo presidente de canas

 

Y el presidente de los mexicanos

y los marcianos y los pobres y etcétera

extiende su lengua de arena movediza

y se traga a la señora y sus muertos

y dice, como si nada, el nuevo

Sermón de la montaña

 

Luis Daniel Pulido