A propósito de los 130 años de Tuxtla
Gutiérrez,
a propósito de los jardines y los
estanques
y las ventanas sin cerrar y las
puertas abiertas
y los rezos con sus ancianas y el
humo
memorioso de los zoques
A propósito de los 130 años de Tuxtla
Gutiérrez,
a propósito de la güerita de
Sausalito, California,
la Escuela Secundaria Técnica,
las colonias tradicionales,
la música herética con la que hice
amigos:
el heavy metal
A propósito de los 130 años de Tuxtla
Gutiérrez,
a propósito de las ranitas después de
la lluvia,
mi casota y su árbol de huanacaxtle,
la señorita Náfate
Y sus ojos verdes y su mala
ortografía
y que no leerá un libro
A propósito de los 130 años de Tuxtla
Gutiérrez,
a propósito de la inmersión a mundos
fantásticos
y el futbol y los arroyos limpios y
el Rey Leonardo
y esa belleza que hizo abriera más
mis ojitos:
Muna Dora antes de su éxito en el
gobierno,
después de que me regresara a casa
porque,
me dijo, “chamaco, tienes paperas”
A propósito de los 130 años de Tuxtla
Gutiérrez,
a propósito del cine y las grietas a
donde espiábamos el mundo,
de Ava Gardner, Dolores del Río,
Hilda Aguirre, Kathleen Turner
y las tortas de pollo y la confitería
y AC de Música
y la Discoteca Americana y los
vinilos y el diseño gráfico
y los libros que leímos y siempre,
siempre cuestionando
al sistema
Gobierno de mierda
A propósito de los 130 años de Tuxtla
Gutiérrez,
a propósito de las drogas que dejamos
y la nueva vida y cruzar la línea sin
miedo:
nadar hacia el otro lado y pedir
chance y ser parte
de nuevo de la historia del futbol
soccer
De ser sinceros: al Tec sólo llegaba
a ver a Mónica Corzo
y a dormirme en las jardineras e
inventarme bandas sonoras
de lo que es ahora mi vida
“Los amigos del barrio pueden
desaparecer,
pero los dinosaurios van a
desaparecer”,
cantaba Charly García
Luis Daniel Pulido
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