Un campo de futbol no convoca
a los espíritus del bosque,
es el resultado de antiguas polvaredas,
la roca y su respiración que cae del cielo
y donde descansa la iguana verde,
ese fósil brilloso cortesía de una larga fila de
cedros
Un campo de futbol tiene que ser de césped,
de tierra tibia, de surcos hechos por la máquina
y su ronroneo de almidón o caracola
o mar que está lejos
Un campo de futbol resguarda la victoria
y la derrota y la redención
y los cañones del patio
y su fuego de cervezas en lo alto
¡Salud!
Un campo de futbol no es una noche oscura,
ni para los ciegos,
doy fe de ello
Y me lanzo por una pelota
Y por otra
Mis amigos dicen “buena, portero”
Sí, este es el sueño del que no despierto
Luis Daniel Pulido
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