domingo, 24 de julio de 2022

UN PAÍS NO ES UN PADRE. NO ES NADA.


 

Este país no es mío,

es un saltimbanqui: el viejo

disco pirata que llegó a casa

como lo hace un perrito de la calle.

Este país me expulsó y vi cómo se alineó

a narcotraficantes con sus corridos

y sopa de mariscos y “tiburones” de la sierra.

La palabra ya no como el Atlántico,

la palabra como campo militar y su espejo:

sicarios.

 

Este país no es el hogar al que vuelves

cuando eres niño, no existe,

nos lo arrebataron, ya no me recuerda

al gatito que no sabe andar en la casa,

es una red social que atropella,

cooperativa de infiltrados,

poetas que publican y celebran

como lo que son: hijos del gobierno

del estado.

 

Este país no es mío,

tampoco amo su abismo

y su descolonización,

ni los Gordimer, los Steinbeck

los Stevenson.

 

Este país –entre muchas cosas–

es un taller de poesía con sus seis horas

divididas en sesiones para un debate

que los libra de la miseria:

quién es el mejor poeta vivo

o muerto o con barba o sin ella,

con lentes o gurú o vegano

o revolucionario.

 

Este país es un venadito,

la neblina de la mañana,

el mendigo en tus pesadillas

y que corres con tus pataditas

al aire. Y despiertas.

 

El niño que se lleva el pan podrido a la boca

no es tu hijo.

 

Das gracias a Dios, faltaba menos.

 

Luis Daniel Pulido

 


jueves, 7 de julio de 2022

LA BALADA DE JOHNNY LAWRENCE*


 

A Oaxaca fui… no sé a qué fui,

ya estaba instalado el mecanismo

comercial Mesoamericano,

las peras al olmo y el gato por liebre

eran sinónimo de “presidente

que habla mucho por las mañanas”,

y mi participación se la llevaba

una cumbia, unas caderas, unas nalgas,

una mujer, el chachachá

 

Le hablé de la comunidad afroamericana,

que pensar (cuando me lo propongo)

me es posible,

que me "desconstruyo"

—miento y doy giros en el aire—

y cosas de esas que hay en la agenda

feminista y de escritores y publicistas

y el largo etcétera

 

Y ella sonrió y volteó a ver hacia el otro lado

y la Antropología y las Ciencias Sociales

dejaron de ser aves de vuelos interminables

y pasaron a ser un plato de camarones al mojo de ajo

 

“¿Sabían que acá vivió Salman Rusdhie?”,

pregunto y alzo una botella de mezcal

y me largo

 

Para mí todo (todo) ha terminado

 

Luis Daniel Pulido

 

*Del libro ¿Y usted cómo paga sus compras?