lunes, 20 de mayo de 2019

TIBIA Y PERONÉ (DÍA DE JUEGO)



Recuerdo la hora: 2 pm. Campo Flor del Sospó
en Tuxtla Gutiérrez, minuto 15 ó 20, quizá 25
del primer tiempo

El sol era un avispero de luces
que cegaba; así la pelota filtrada,
el mano a mano: portero contra delantero

Fui con todo –ostentaba el sello imperial
de la Fuerza

El delantero estrelló la pelota contra mi cuerpo

No hubo gol

Mis defensas se llevaron las manos al rostro,
mi pierna estaba hecha pedazos

Un año de recuperación
y un río que vuelve sobre sí mismo
es lo que recuerdo

Y la muchacha más bonita de la prepa,
apenas, es notificada

Luis Daniel Pulido

*En la foto: Selección de Futbol del Instituto Tecnológico Regional de Tuxtla Gutiérrez, Can Cún, Quintana Roo, 1990.

jueves, 16 de mayo de 2019

YO QUIERO CANTAR “WE ARE THE CHAMPIONS”




No sé cómo decirle que es bonita,
que lo es cuando toma el teléfono,
cuando cae una gota de agua grande
en su cabeza,
cuando dice “arsh” y va por la vida
como si nadie la ve

Porque ser bonita no es cosa
de suerte, hay reglas: un pequeño
paso a la derecha, un guiño que merece
transmisiones en vivo,
un “no sé qué”: línea delgada entre
un ejército de abogados
y un “sí” en Instagram

Y es que no sé cómo acercarme,
me dan calambres,
me caen cubetas de agua de mi pueblo,
me congelo: mira, mira, mira

Y no me muevo

¿Hay un doctor cerca?

Luis Daniel Pulido

miércoles, 15 de mayo de 2019

YO SIEMPRE HICE REVUELTAS COMO BILLY BRAGG*




Creo –la confesión está a la altura
de las circunstancias– que en aquella prepa
de los ochenta hubiéramos asaltado a la planilla verde,
su revuelta de naciones, la resaca mitológica
por no alcanzar –nadie  lo entendió–
figuras legislativas en la pequeña corte de bribones

Y es que uno dibuja sus propias postales:
notas tenues, apagadas, sin el delirio
necrológico y en orden de las cosas,
con la puñalada en pleno pecho porque
–como en esos años– aún se es intenso,
borracho, dramático

Claro es que:

La sangre no nos hermana ni la troupe de Ginebra,
el calor del verano, las playas a las que no fuimos

Hermana el poema y su olor a barco de madera,
el arroz que se quema,  la última bengala que se apaga

A veces, como a las seis de la tarde,
cierro los ojos y sueño

Luis Daniel Pulido

*Del libro WE ARE MOTORHEAD (EVOCACIONES DEL TEC, 1986) (Tentativo)


Foto: Olivia Bee

sábado, 11 de mayo de 2019

EVOCACIÓN DEL TEC, 1986*



La adolescencia no me atrapó al vuelo
–dejaba una secundaria cuya inteligencia
se reducía al baile rural de las estrofas patrióticas–
y no era –en presencia– un corte de caja
ni una idea moral para el siglo de la propiedad privada,
la libre empresa, los poderes supranacionales

El lenguaje de aquéllos años no ensordecía
a la opinión pública, la gran incertidumbre
por los asuntos del planeta;
era yo, solo, contra el mundo en dos campos
antagonistas: el amor a una joven incapaz
de reinventar apuestas por la Historia
y la soledad estrechamente asociada
a la voluntad política y las infinitas
tragedias sociales

Tenía quince años

Y el avión de papel no deja de volar en el salón de clases

Luis Daniel Pulido

*Del libro Greatest Hits Vol. II