Las caricias son los únicos procesos democráticos que conozco, son determinadas secuencias donde el tiempo y el espacio constituyen un solo lenguaje. Uno empieza por las manos hasta llevar a cabo un beso, persuadiendo así tu desnudez y la mía para ese país perfecto que es la cama, donde las almohadas no crean distancias y los sueños descansan en cada parpadeo, cada mirada, de frente a la vida tomados de la mano. Luis Daniel Pulido. Akumal, Q. Roo; México
domingo, 11 de mayo de 2025
NO SÉ
martes, 29 de abril de 2025
A VECES SE ME OLVIDAN COSAS (PERO NO QUE SOY ERIC CLAPTON)
sábado, 26 de abril de 2025
LA SONRISA DE MONA LISA
Uno sale a comprar un tentempie,
las formas misteriosas del pan
crujiente,
uno no piensa en cuánto dinero se
va a gastar,
hasta que se llega a la caja y la
cajera
va –sola en el mundo– por la
maxipista
de su Instagram
Disculpe –me dice y me cobra
y me guiña texturas azules
posibles
de oler: cinco segundos de magia,
de rock and roll, roles de canelas,
café caliente y barato,
corazoncito chamuscado
Recibo a las especies migratorias
de lo que será
–cuando dé la vuelta hacia la
salida–
memoria, bichitos en la arena,
cangrejito playero,
turistas, sopecito de chicharrón
Mi dinero invertido en Monterrey
Luis Daniel Pulido
viernes, 25 de abril de 2025
TESTAMENTO
Cuando hablan de formación convocan
años académicos, libros leídos, cierta libertad financiera,
premios como máquinas para imprimir dinero,
y yo me siento hombre-pájaro o Dustin Hoffman
en El Graduado
No sabía –más por disperso, niño futbolista,
por prever invitaciones a lugares que odio–
de la importancia de las horas leyendo,
de las vértebras rotas por alcanzar la perfección
del texto
Esto, por ejemplo, nació de la tierra,
con sus legumbres y lombrices y lodo negro,
después del fuego de una noche calurosa,
o la lluvia de hace mil años,
en una cueva o en la panza de un dinosaurio
Luis Daniel Pulido