miércoles, 25 de febrero de 2009

NO LLORES, MAGUITO

Dos princesas, dos: Nahui y Estrella del Valle
No puedo evitar
ver aviones en llamas,
buscar recortes de periódicos
para completar la pierna
de mi superhéroe favorito.
Un poco de grasa, sí, a los zapatos,
media tormenta para encontrar mis lentes,
mi granjita Polaroid.
No bien empieza el otoño
y mis trucos de magia
sólo son posibles a manera de cartas:
alud de conejos,
arco de perlas,
tigres de Bengala,
murciélagos como timbres postales.
Y tu aliento
con sus balsas de menta
o confiterías,
o mis manos pegadas
a mis orejas para escuchar
como se rompen con suavidad
las constelaciones de tus pestañas.
¿Por qué esta insistente
necesidad de retar al corazón
a las canicas?
Y llorar, un poco,porque no aparezco
pterodáctilos en la chistera.

DESDOBLAR Y AJUSTAR

Barra 51. Foto: Armando Domínguez

He sido un niño con pocos amigos. Recuerdo que mi primer oficio no fue futbolista sino alfarero. Mamá quería que fuera piloto o capitán de un barco, por eso voceaba cada mañana mis éxitos: ¡Chincho dijo una nueva palabra! Hacía muñequitos de plastilina que dejaba toda la noche en el patio para ver cómo el rocío se acumulaba en cada figura todas las mañanas. Pensaba: el sol es el lugar más silencioso. Arde por igual en andenes que en corredores de agua. El sol me pone la nariz roja. El sol, cuando camina, da la impresión que se hace más grande.


De día me acompaña un fantasma gordito que sigue mis pasos y se nutre con la estela de mis huellas cuando el mundo es angosto y de techo bajo, y uno va por ahí temblando de ganas por ser Spider Man, porque cada nuevo superhéroe implica cambio de sentidos, planteamiento y contenidos. Claro que debo escribir cuando mamá es marea en reposo y desenredo con mis dedos el oleaje blanco de sus cabellos para, en un parpadeo, despeñarme junto con mis carritos de plástico al interior de sus sueños llenos de flamboyanes.


La vida, desde aquí, es un juego de adivinanzas o rompecabezas de momentos decisivos: probar o no probar el flan con su litoral de caramelo.Cuando cierro los ojos es por simple placer, contrario a cualquier obsesión de fe cristiana o budista, como sentarse -únicamente- a escribir o comer flanes mientras mamá cose botoncitos a mi camisa y zurce mis calcetines. Juego, pues, a ponerle etiquetas a cada sonido: cuando se afloja una corbata, se rompe el pan tostado, cae la tapa del baño, alguien sube la escalera o tropieza con un banco, así también los que deciden viajar a otro tiempo, como el agua cuyo sonido se diluye al llegar a la orilla de arena.


Quizá mis mejores amigos sean las palabras y su hipótesis entusiasta por detonar imágenes (¿Cristal o pedrada?, ¿Poesía o parrillada?)


"La tortillina con su tranvía de chiles habaneros acompaña a la carnita en su estrepitosa deriva por tremendo mordidón"


Eso es lo que se me ocurre, por supuesto sin pasar por foros y debates, simplemente en lo que registra mi satélite con forma de aceituna. La vida no tiene porque ser un memorama perfecto o jaquemates de sabidurías que edifiquen diques. Pero la vida, eso sí, sigue siendo para mí ese niño solitario y sin amigos que refrenda su vocación por jugar en un trozo de tela bordado por esas manos, cuyos empujoncitos, me hicieron jugar fut y hablar desde estaciones apacibles de un niño que quiso ser bueno y noble.

EL NIÑO QUE ESCUCHABA A LOS BEATLES

Foto tomada del blog, En lo cotidiano

-Tu mamá es fea- le gritaban.
-Tu mamá es horrible- insistían encolerizados contra el niño que bajaba la mirada y respiraba con dificultad.

-Tu mamá es fea- se volvía a escuchar y el niño cerraba los ojos con fuerza intentando atrapar un sueño que le permitiera permanecer unos segundos al margen de la vida. Pero el sueño nunca llegó.

Entonces el niño guardó sus juguetes en una bolsita de plástico.

-Tu mamá es fea- le gritaban cada vez más fuerte. Pero el niño amarraba sus agujetas pensando en las clases de Astronomía, en cómo deshacer nudos bajo la sombra de una gran estrella, en atrapar besos de mamá en burbujas de los bosques de Irlanda.

¡Mi mamá no es fea!, nunca lo ha sido porque en ella toda posibilidad de correspondencia es infinita y por ello todos los días revolotean cartitas desde donde podemos ver las luces de un barco anclado en el puerto de una gabardina larga de las que usaba papá, o recortar la mineralogía oceánica para un álbum improvisado de cartón mientras el mundo exterior se debate en el por qué se han extinguido los dinosaurios.

Mi mamá no es fea, y nunca lo será; es el mar azul contra el hombre que jaló el gatillo.

-Tu mamá es fea-le gritan al niño. Y un leve viento deshoja los árboles mientras mamá cae en mi rostro como gotas de agua.

AL PIE DE LA LETRA (DE CÓMO POR TI DARÍA LA VIDA)

La barra 51 apoya a Chincho. Foto de Armando Domínguez


Soy de la cajita el mero crujiente,
pieza gratis por los precios caídos:
anda, come, si es de oferta incluye
almohaditas de papa y crema,
nubes de aderezo, también arroz
y chiles golpeados y abatidos
embalsamados de cebollas:
soy el pollito confederado del viejo Oeste
para tus ganas abiertas de hincarme el diente,
pero no me canten las golondrinas,
sólo depositen en la cajita mi máscara favorita:
la de mi amigo El Hombre Araña.

Desde Pulidín City

Chincho, el pollito en fuga

jueves, 19 de febrero de 2009

CONCLUSIONES DE CHINCHO DESPUÉS DEL TEMBLOR

En la foto: un amigo, Nadia Villafuerte y Rodrigo Solís, después de la presentación del libro "¿Te gusta el latex, cielo? en Campeche

Entendí que el ruido de portones
y ventanas no eran los acordes de una sonata
(lo que no cae, resbala, patina, rasga, cruje, se estrella);
que el 066 no es una canción de Iron Maiden,
sino una variación macabra del “Consumatum Est”;
que la tierra se mueve y se inclina y se estira;
que a las 6:54 de la mañana con tremendo susto
se juntan las manos y Dios, el que muchos aseguraban
no existe, le basta un minuto para volverse omnipresente;
que aquel sueño de ver a mis vecinas en ropa interior se cumplió;
que en estos casos dos más dos se vuelve un montón de gente
corriendo y mordiendo con fuerza la vida;
que mi mamá se levantó, calentó la leche,
le dio de comer a los pajaritos y me dijo:
no que muy Spider Man, cabroncito.

HOMBRE DE FAMILIA

En la foto: Anita Pulido Rull, desde Harvard
Para Marco Pulido, por todo lo que me cuenta de mi papá.

Quiero que conozcan a mi familia. Mi esposa es alta, alta y de sus largos, largos cabellos desenredo fantasmas traviesos con olor a caramelos. Para que no lo confunda con el mar se lo pinta de rojo.
Tiene unos ojos grandes, grandes que cuando llora se forman grandes Imperios. Por supuesto que en esos días soy el más triste de los conquistadores.

Mi esposa es bellísima, que le basta un ademán para verla llena de flores cuando todos duermen y la luna se refleja en el agua con su traje de marinero anaranjado.

Mi esposa, después de tener dos lindos hijos, esconde su pancita con un vestido azul que da al balcón. Dice que hará dieta, pero yo le digo que es imposible borrar la línea del mar.

Mi esposa es alta, alta y tiene unas manos tan bonitas que incluyen boletos gratis al acuario de letras.

Mi esposa alisa el papel donde mis hijos, Selma y Daniel, dibujan planetas de canelones. Selma es la niña, usa lentes de agua y margaritas, parpadea mucho y al hacerlo suena como un pandero. Me dice papá con ese lenguaje de cucurucho lleno de garapiñados. Me dice papá muchas veces.

Daniel es el niño y tiene una mirada de avión que sobrevuela las cosas. Su corazón lleno de impulsos violentos asusta a su mamá. Supongo que son los mecanismos de la vida que se pliegan por un momento en sus tres años recién cumplidos. Mi esposa dice que ojalá no sea un terremoto como yo.

Tanto Selma y Daniel gustan de buscar tesoros en el fondo del mar, ese mar de papel crepé que su mamá conserva de sus talleres de teatro para niños. A mí me encanta verlos correr entre castillos y armaduras, comernos juntos los dragones de azúcar y gritar al mismo tiempo con ellos ¡Qué bonita es tu pancita, mamá!

viernes, 13 de febrero de 2009

POLAROID

Tengo un parche de algodones en mi ojo izquierdo. El adhesivo me provoca comezón en la ceja. El ojo se llena de agüita y es una escaramuza de orugas silvestres. Esto es a consecuencia de lo que escucho y según se trata: por la pupila dilatada. Yo sólo sé que no hay término más impropio. Yo le diría que es como si "improvisamos una hinchazón", o "su ojo es un fantasmita errante", quizá "se le atascó la imagen por algún lado" ¿Qué tal?

Pero mientras son peras, manzanas, grillos o saltamontes, lo primero que hago es ver tu foto. ¡Eres bien bonita! Qué más da ver de un sólo ojo si con el me basta para moverlo en círculos y ser "mirada amorosa de apache", o contemplarte hasta que tus pestañas se llenan de brisa de cuarzo cristalino.

Con un sólo ojo aún puedo ver tu foto, soplar tu cabello, pellizcarte tus pequitas, desarmar los números que marcan la fecha de tu partida, navegar con pequeños remos hasta besar tu frente, llevarte a mi corazón cuando siento que la vida es como la última página de un buen libro que mantiene firme banderas que nos guían a casa.

Me gusta ver tu foto, sentir que nos tomamos de las manos y que seguimos juntos bajo un paraguas de chicharras y luciérnagas en Mozambique.

¿De verdad existe un lugar que se llama Mozambique? ¿Podremos ir algún día ahí donde la gente que se quiere busca hasta debajo de las piedras lunas de miel? ¿Y éstas serán más ricas que los pistaches, los ates o los chocolates? ¿Vendrán en bolsitas de celofán?





LA DEMOCRACIA SEGÚN DON GATO Y SU PANDILLA

Foto: el maestro Arcadio Acevedo


Las caricias son los únicos procesos democráticos que conozco,
son determinadas secuencias donde el tiempo y el espacio
constituyen un solo lenguaje. Uno empieza por las manos
hasta llevar a cabo un beso, persuadiendo así tu desnudez
y la mía para ese país perfecto que es la cama, donde las almohadas
no crean distancias y los sueños descansan en cada parpadeo,
cada mirada, de frente a la vida tomados de la mano.



CHIMPIRÍN (FELIZ CUMPLEAÑOS BELLÍSIMA MAGA KENIA)

Maga Kenia, la feliz cumpleañera


Me sorprende -y reconozco que es casi gratuito- todo lo que me acontece a diario. Hablo de señales, mediodías, discusiones, amigos, cartas, el sabor de las paletas a costa de entender, sin reciclar, las mismas conclusiones.

Me sorprende que Estrella del Valle, amiga entrañable, se sorprenda que detrás de mis orejas no sólo aparezcan moneditas de la suerte, también fascinaciones, tristezas y horrores. Se sorprende que a veces mi tono despreocupado se vuelva reflexivo, caótico y que en todo esto, sin desmesura alguna, me vuelva curioso y me tire al piso y extienda mi sonrisa a sus labios con el mundo dentro de una bola de cristal para que, por 15 ó 35 minutos, no nos haga daño.

Me sorprende y con ello Maga Kenia, la forma de rehacernos desde la banca de un parque cada tres días teniendo como modelo histórico burbujas de jabón y mazapanes de tres pesos.

Para bien o para mal, me sorprenden las voluminosas concentraciones de gente para consentir algo que se llama libre mercado.

Me sorprende que aún existan los ornitorrincos en los popotes de las horchatas y que, el 80% de la población, sea parte de barbaridades como estar apuntando en un cuadrito gris palabras que dicen, es un mensaje. Qué ingrato es el aburrimiento.

Me sorprende que mis ex-novias no me hablen y jueguen sin mí a ser grandes.

Me sorprende el sol endecasílabo en los ojos de Maga Kenia y el sabor a galleta que tienen las estrellas, también el café con leche y el precio de los caramelos; por supuesto que ella me invite a su fiesta y no me diga niño tonto.

Me sorprende que mi niñez sea contagiosa y que en el microcosmos de un esquite el amor, cada tres días, sepa a chilito y mayonesa. Y que el planeta gira y gira y gira y gira alrededor de una botella de cerveza.

Sorprendente

Feliz cumpleaños, bellísima Maga Kenia

Desde Pulidín City

Chincho

sábado, 7 de febrero de 2009

WE CAME ALONG THIS ROAD*



A veces en las tardes leo a Walcott
y escucho canciones malditas para no caer
en la tentación de los actos justos;

dicen que los lunes por las mañanas
escribo aproximadamente diez poemas
depredadores, camaleónicos y septentrionales;

que pienso en ti, puede ser;
lo hago con la inspiración de un terrorista judío
que apuñala cientos de veces a Charly Brown en un bar londinense.


*Título de una canción de Nick Cave

Y AHÍ VAS, HORMIGUITA

Ilustración: Suzzanne Woolkott


Y ahí vas, hormiguita, como siempre,
bajo tu paraguas, caminando de puntitas,
parpadeando tu título de no sé qué,
comiéndote solita las hojitas y renovando
migajas sacramentales para un montón
de hormiguitas dizque machos

y tus ganas de armar guerras mundiales:
ni un punto, ni un beso, ni qué tanto es tantito,
puro patrimonio cultural bajo tu vestido
y yo, ahí, enamorado y con los amigos
gritándome: bicho raro

DOMO ARIGATO, MISTER ROBOTO

Estrella del Valle (Maga Kenia)

Desde Hong Kong, Brooklyn,
el golfo de Suez,
en la Gaceta Roja,
como Spider Man en pijama,
esponjitas de arroz y hierbas
y burrito perezoso recién bañado,
te digo ¡Feliz cumpleaños, Maga Kenia!

Domo arigato, mister roboto... domo...domo

Chincho

POLLITO CARTOON



Recuerda el bar,
el coyote barbudo,
el nopal, la sonrisa de Dios,
la espuela de plata.

No olvides que bajo la cama
las botellas de mar avanzan con ruedas

Recuerda que sueñas
y no sabes nadar

Recuerda la rotación de la Tierra

No olvides que me pongo de cabeza
al escribirte poemas

pío, pío, pío

CONVOCATORIA DESDE SAN AGUSTÍN ETLA, OAXACA


El Centro de las Artes de San Agustín, Etla (CaSa), el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y la Secretaría de Cultura del Estado de Oaxaca convocan a participar en el taller Literaturas flotantes, creación de blogs literarios, impartido por el maestro Fernando Montesdeoca, ganador del Premio Nacional de Cuento Agustín Yañez 2005, y del Premio Internacional de Novela Sergio Galindo 2007.


Durante el taller se abordará la exploración de diversos recursos del blog en relación a la creación literaria: la hipertextualidad, la interactividad, la creación individual y colectiva; la relación de la literatura con las imágenes, la música, los podcasts, el video, la fragmentación, el zapping, entre otros.

BASES:

Podrán participar aquellas personas de 17 años en adelante, con conocimientos básicos en la creación de un blog y textos de su autoría, que deseen profundizar en el proceso de creación y difusión literaria a través de las nuevas tecnologías.


Los interesados deberán remitir a la dirección electrónica

difusionacademica_casa@prodigy.net.mx un documento que contenga una breve ficha curricular y un anteproyecto del blog a desarrollar durante el curso, que integre textos de su autoría.
Un comité formado por representantes del CaSa y el maestro Fernando Montesdeoca elegirán a 20 alumnos que serán becados para tomar el curso. Su decisión será inapelable.


Esta convocatoria se cierra el martes 17 de febrero de 2009.


Los resultados se darán a conocer el viernes 20 de febrero en el blog del centro de las artes: http://www.casanagustin.blogspot.com/, y de manera personal vía correo electrónico.


Quienes sean seleccionados deberán firmar un documento en el que se comprometan a participar en todas las sesiones del taller.


El taller se integra de 6 sesiones sabatinas cada 15 días. Febrero: 21; marzo: 7, 21; abril: 4, 18; mayo: 9. El horario es de 10:00 a 13:00 horas.


Todas las sesiones tendrán lugar en la teleaula del CaSa.


Para cualquier caso no previsto en esta convocatoria, los aspirantes se someterán al fallo del jurado.

Fernando Montesdeoca (Ciudad de Mexico, 1952) estudió arquitectura, guionismo y realización cinematográfica. Ha hecho cortometrajes, crítica de cine, guiones, publicidad, diseño gráfico, fotografía, pintura y teatro. Actualmente es becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Oaxaca. Es autor de los libros Viaje nocturno, 1997 (cuento); Esta ilusión real, 2002 (Premio Juan Rulfo para Primera Novela 2001), y Moscas (Premio Nacional de Cuento Agustín Yañez, 2005). Su más reciente novela, En los dedos de la mariposa (2007) obtuvo el Premio Internacional de Novela Sergio Galindo. Minificciones de su autoría pueden apeciarse en http://dosisminimas.blogspot.com/; su obra plástica en http://fermontesdeoca.blogspot.com/, y sus fotografías en http://www.flickr.com/photos/montesdeoca

lunes, 2 de febrero de 2009

CUÉNTAME QUÉ HACES

Nadia con la banda de Tijuana, presentado su libro
"¿Te gusta el latex, cielo?"

Cuéntame qué haces,
si surgieron inesperadamente dudas
y éstas no multiplicaron panes ni peces,
si florecieron magnolias en tu paraguas
y si el revestimiento de miel a las galletas es el exacto.

Dime si temes que en un corte de luz
se pierda esa idea que revolucionará la literatura

Si caminas a la Universidad
en autopistas de pinos retorcidos,
si convienen los poemas en forma de corazón,
un gramo de avenida, treinta y cinco minutos de futbol.

Cuéntame qué haces,
si tu corazón aun permite civiles,
si compartes campamentos con Scouts
en un metro de emergencia.

Cuéntame de los que conocen Cachemira,
del fuego punzante del aire a seis mil metros
sobre el nivel del mar.

Dime si es Pessoa, Wiiliam Blake, Racine o Mongtaine,
o simplemente el sentido que da escribir con la soberbia
de un evangelio de sedantes

Cuéntame qué haces,
si el año internacional de Astronomía
es suficiente para escribir al margen de las reglas,
sólo con el olor a pan tostado de la medianoche

Cuéntame si bajo tu puerta el horizonte
de mi correspondencia es la hoja de afeitar
que desmonta los viñedos escarlatas
trazados por años y miles de letras.

LOS ÚLTIMOS APUNTES DE BARRY BENSON*

Nadia Villafuerte y Daniel Pulido (chequen el bronceado)


Existe hoy en día un tipo de gente, en su mayoría poetas jóvenes, que pronuncian la palabra “alemán” casi siempre con las ventanas abiertas de la nariz. Signo indudable de que, en estas personas, hasta el patriotismo es imitación.
Lichtenberg


Encontré un buen lugar para vivir. Todo lugar es bueno. Un durazno, por ejemplo, sin pasajeros y sin la menor idea de ser envuelto por el aroma de la hierba y colisiones de miles de gotas de brisa que beberé como si fueran ginebra seca.

Vivir bajo la sombra del durazno que redime patrias tan sencillas como el de las abejas que leen a Whitman, o el de las hormigas soldados que desertaron porque el hierro que mata jamás se convirtió en una fuente de agua transparente.

El durazno, con su olor a elotes y riachuelos, permanece insomne en el milenario riego de la huerta.

Patria es aquella que crea universos una vez que todos nos olvidan. Patria, la que te reconoce y deja un sabor dulce en los labios, como de fruta que se fermenta bajo las hojas amarillas de la tierra húmeda.

Un durazno es un buen lugar para vivir mientras se me designan los filos y herrumbres de la muerte.

Por acá no llega el cartero, pero quizá algún día reciba una postal de almendras dulces envueltas en polen.

No conocí ningún puerto; sé de ellos por la hermosa niña de quien me enamoré, por ejemplo, que de noche el oleaje abre persianas de luces, que de día cubre de tamarindo estrellas polares, que en protesta salen mujeres hermosas en bikinis de entre la arena.

Debe ser muy bonito el mar.

Mi durazno, jabonoso por lo extra maduro, conserva un adherible donde se amontonan las palabras para abrazarse y decir “Monterrey, Corp.”, el Aschwits de los duraznos, según me dijeron.

Mi durazno es ejemplo de libertad, y como tal paga el precio acompañando destierros como el mío, dando sombra o juguito cuando nos apedrean.

Todo lugar es bueno para vivir, pero el alba de mi durazno –de ancestros británicos- se zambulle en las gotitas de agua de mis alas quebradas para darle paso a los siniestros y enormes gusanos.

¿Escuchan?

¡Son los Beatles!

Y el cielo azul, azul, azul, azul…azul…azul

*Inspirado en la película BeeMovie

¡ROBEMOS EL TEQUILA!

Nadia Villafuerte y Luis D. Pulido (¡metiche!)


Estábamos en Sanborn`s. Sí, esa cafetería donde el discurso es toda una “sociedad del espectáculo”. Hasta fumar es inconcebible sin sentirse importante. Donde todo opera en "first class". Debe ser por eso, en detrimento de esa empresa, que a Luis Adrián se le ocurrió gritar

-¡Chinga tu madre!-, y al Fer fumar y rascarse los testículos ¡al mismo tiempo!

Ximena entre lo que es y será. Se reía. El tiempo en ella es cosmopolita, no tiene "restos de humedad" pero sí de primera clase, una dama, pues, entre tanto baquetón. De hecho ella nos invitó a su casa. Si la apuesta hubiese sido entre el Fer, Luis Adrián y yo, de seguro recurrimos a la fuente primaria de nuestras almas engoriladas: cervezas y hot dogs.

Salimos de tan melodramática cafetería. ¡Qué diálogos! -Caballero, un placer servirle, disculpe, ¡licenciado!, adelante, pase usted-

Bajamos al estacionamiento. Nos permitimos compartir autos. Qué creían. Estos tipos no tienen automóvil. Pues no. Qué fuera de esta crónica sin una carrera entre Luis Adrián y Ximena, ese pinche espíritu de la película Rápido y Furioso, esa superficialidad que da el ser guapos y populares, ¿o no?

No sé si Ximena me escogió de copiloto, o yo me subí a su auto porque uno jamás renuncia a morirse a su lado, situación que ya no es posible porque ahora ya maneja bien (con ello, por cierto, se acabaron las utopías). En fin, un poco de telepatía no está de más –Ximena, Ximena, Ximena dame un beso-. Pero ella sólo tenía una fijación y no eran mis labios -ya me chingó este güey- repetía en cada cruce.

De repente, al ver a Luis Adrián, a Ximena y al Fer bajar del auto, me imaginé en la obra de teatro Vaselina. Endubidubidú tararará, endubidubidú tararará.

Llegamos a la casa de “Jime”, donde los poetas no coinciden con los demás poetas en cuestiones como tradición o academia, o algo parecido. Qué bueno que soy ajeno a tan imperfecto oficio, al menos, esa impresión me quedó para algo tan sencillo como decir

-¡Guao, la tarde es maravillosa-!

El papá de Ximena se llama José Luis Camargo y sí, es a todo dar. Nos invitó cervezas, papitas, más cervezas y más papitas y nos mentaba la madre, y aunque suene contradictorio, Fernando, Luis Adrián y yo, nos sentíamos muy a gusto. Ese señor mienta la madre bien chistoso.

La mamá de Ximena me pidió mi opinión sobre algo importante, pero hasta el momento de escribir esta crónica, creo que sigue platicando, platicando, platicando....platicando.

Fernando me dijo:

-Pulidín, cuando se duerma mi tía, nos llevamos la botella de tequila

-Ya vas- le contesté

- ¿Qué dices Luis Adrián?

- Cabrón, los pinches pictes están buenísimos-

-mmmmmm, Luis Adrián ¿son tamales de elote o peyotes?

El tiempo pasa, da el resto, llena los vacíos y todos volvemos a decir

-¡Salud!

El señor José Luis Camargo me dijo:

-Vos Pulidín si tomás mi teléfono no vayás a hablar a Tailandia

La señora madre de Ximena nos adelantó todos los capítulos de sus recuerdos literarios que le publicarán en una editorial importante, y no nos pudimos llevar la botella de tequila.

A las dos de la mañana cada quien regresó a su casa. Luis Adrián lloraba por Ana, Fernando por Flor, y yo porque la telepatía no sirve para robar besos, ni botellas de tequila.