Las caricias son los únicos procesos democráticos que conozco, son determinadas secuencias donde el tiempo y el espacio constituyen un solo lenguaje. Uno empieza por las manos hasta llevar a cabo un beso, persuadiendo así tu desnudez y la mía para ese país perfecto que es la cama, donde las almohadas no crean distancias y los sueños descansan en cada parpadeo, cada mirada, de frente a la vida tomados de la mano. Luis Daniel Pulido. Akumal, Q. Roo; México
miércoles, 25 de febrero de 2009
NO LLORES, MAGUITO
DESDOBLAR Y AJUSTAR
EL NIÑO QUE ESCUCHABA A LOS BEATLES
-Tu mamá es fea- le gritaban.
-Tu mamá es horrible- insistían encolerizados contra el niño que bajaba la mirada y respiraba con dificultad.
-Tu mamá es fea- se volvía a escuchar y el niño cerraba los ojos con fuerza intentando atrapar un sueño que le permitiera permanecer unos segundos al margen de la vida. Pero el sueño nunca llegó.
Entonces el niño guardó sus juguetes en una bolsita de plástico.
-Tu mamá es fea- le gritaban cada vez más fuerte. Pero el niño amarraba sus agujetas pensando en las clases de Astronomía, en cómo deshacer nudos bajo la sombra de una gran estrella, en atrapar besos de mamá en burbujas de los bosques de Irlanda.
¡Mi mamá no es fea!, nunca lo ha sido porque en ella toda posibilidad de correspondencia es infinita y por ello todos los días revolotean cartitas desde donde podemos ver las luces de un barco anclado en el puerto de una gabardina larga de las que usaba papá, o recortar la mineralogía oceánica para un álbum improvisado de cartón mientras el mundo exterior se debate en el por qué se han extinguido los dinosaurios.
Mi mamá no es fea, y nunca lo será; es el mar azul contra el hombre que jaló el gatillo.
-Tu mamá es fea-le gritan al niño. Y un leve viento deshoja los árboles mientras mamá cae en mi rostro como gotas de agua.
AL PIE DE LA LETRA (DE CÓMO POR TI DARÍA LA VIDA)
Soy de la cajita el mero crujiente,
pieza gratis por los precios caídos:
anda, come, si es de oferta incluye
almohaditas de papa y crema,
nubes de aderezo, también arroz
soy el pollito confederado del viejo Oeste
para tus ganas abiertas de hincarme el diente,
pero no me canten las golondrinas,
sólo depositen en la cajita mi máscara favorita:
la de mi amigo El Hombre Araña.
Desde Pulidín City
Chincho, el pollito en fuga
jueves, 19 de febrero de 2009
CONCLUSIONES DE CHINCHO DESPUÉS DEL TEMBLOR
Entendí que el ruido de portones
y ventanas no eran los acordes de una sonata
(lo que no cae, resbala, patina, rasga, cruje, se estrella);
que el 066 no es una canción de Iron Maiden,
sino una variación macabra del “Consumatum Est”;
que la tierra se mueve y se inclina y se estira;
que a las 6:54 de la mañana con tremendo susto
se juntan las manos y Dios, el que muchos aseguraban
no existe, le basta un minuto para volverse omnipresente;
que aquel sueño de ver a mis vecinas en ropa interior se cumplió;
que en estos casos dos más dos se vuelve un montón de gente
corriendo y mordiendo con fuerza la vida;
que mi mamá se levantó, calentó la leche,
le dio de comer a los pajaritos y me dijo:
no que muy Spider Man, cabroncito.
HOMBRE DE FAMILIA
viernes, 13 de febrero de 2009
POLAROID
Tengo un parche de algodones en mi ojo izquierdo. El adhesivo me provoca comezón en la ceja. El ojo se llena de agüita y es una escaramuza de orugas silvestres. Esto es a consecuencia de lo que escucho y según se trata: por la pupila dilatada. Yo sólo sé que no hay término más impropio. Yo le diría que es como si "improvisamos una hinchazón", o "su ojo es un fantasmita errante", quizá "se le atascó la imagen por algún lado" ¿Qué tal?
Pero mientras son peras, manzanas, grillos o saltamontes, lo primero que hago es ver tu foto. ¡Eres bien bonita! Qué más da ver de un sólo ojo si con el me basta para moverlo en círculos y ser "mirada amorosa de apache", o contemplarte hasta que tus pestañas se llenan de brisa de cuarzo cristalino.
Con un sólo ojo aún puedo ver tu foto, soplar tu cabello, pellizcarte tus pequitas, desarmar los números que marcan la fecha de tu partida, navegar con pequeños remos hasta besar tu frente, llevarte a mi corazón cuando siento que la vida es como la última página de un buen libro que mantiene firme banderas que nos guían a casa.
Me gusta ver tu foto, sentir que nos tomamos de las manos y que seguimos juntos bajo un paraguas de chicharras y luciérnagas en Mozambique.
¿De verdad existe un lugar que se llama Mozambique? ¿Podremos ir algún día ahí donde la gente que se quiere busca hasta debajo de las piedras lunas de miel? ¿Y éstas serán más ricas que los pistaches, los ates o los chocolates? ¿Vendrán en bolsitas de celofán?
LA DEMOCRACIA SEGÚN DON GATO Y SU PANDILLA
Las caricias son los únicos procesos democráticos que conozco,
son determinadas secuencias donde el tiempo y el espacio
constituyen un solo lenguaje. Uno empieza por las manos
hasta llevar a cabo un beso, persuadiendo así tu desnudez
y la mía para ese país perfecto que es la cama, donde las almohadas
no crean distancias y los sueños descansan en cada parpadeo,
cada mirada, de frente a la vida tomados de la mano.
CHIMPIRÍN (FELIZ CUMPLEAÑOS BELLÍSIMA MAGA KENIA)
Me sorprende -y reconozco que es casi gratuito- todo lo que me acontece a diario. Hablo de señales, mediodías, discusiones, amigos, cartas, el sabor de las paletas a costa de entender, sin reciclar, las mismas conclusiones.
Me sorprende que Estrella del Valle, amiga entrañable, se sorprenda que detrás de mis orejas no sólo aparezcan moneditas de la suerte, también fascinaciones, tristezas y horrores. Se sorprende que a veces mi tono despreocupado se vuelva reflexivo, caótico y que en todo esto, sin desmesura alguna, me vuelva curioso y me tire al piso y extienda mi sonrisa a sus labios con el mundo dentro de una bola de cristal para que, por 15 ó 35 minutos, no nos haga daño.
Me sorprende y con ello Maga Kenia, la forma de rehacernos desde la banca de un parque cada tres días teniendo como modelo histórico burbujas de jabón y mazapanes de tres pesos.
Para bien o para mal, me sorprenden las voluminosas concentraciones de gente para consentir algo que se llama libre mercado.
Me sorprende que aún existan los ornitorrincos en los popotes de las horchatas y que, el 80% de la población, sea parte de barbaridades como estar apuntando en un cuadrito gris palabras que dicen, es un mensaje. Qué ingrato es el aburrimiento.
Me sorprende que mis ex-novias no me hablen y jueguen sin mí a ser grandes.
Me sorprende el sol endecasílabo en los ojos de Maga Kenia y el sabor a galleta que tienen las estrellas, también el café con leche y el precio de los caramelos; por supuesto que ella me invite a su fiesta y no me diga niño tonto.
Me sorprende que mi niñez sea contagiosa y que en el microcosmos de un esquite el amor, cada tres días, sepa a chilito y mayonesa. Y que el planeta gira y gira y gira y gira alrededor de una botella de cerveza.
Sorprendente
Feliz cumpleaños, bellísima Maga Kenia
Desde Pulidín City
Chincho
sábado, 7 de febrero de 2009
WE CAME ALONG THIS ROAD*
A veces en las tardes leo a Walcott
y escucho canciones malditas para no caer
en la tentación de los actos justos;
dicen que los lunes por las mañanas
escribo aproximadamente diez poemas
depredadores, camaleónicos y septentrionales;
que pienso en ti, puede ser;
lo hago con la inspiración de un terrorista judío
que apuñala cientos de veces a Charly Brown en un bar londinense.
Y AHÍ VAS, HORMIGUITA
Y ahí vas, hormiguita, como siempre,
POLLITO CARTOON
CONVOCATORIA DESDE SAN AGUSTÍN ETLA, OAXACA
Durante el taller se abordará la exploración de diversos recursos del blog en relación a la creación literaria: la hipertextualidad, la interactividad, la creación individual y colectiva; la relación de la literatura con las imágenes, la música, los podcasts, el video, la fragmentación, el zapping, entre otros.
BASES:
Podrán participar aquellas personas de 17 años en adelante, con conocimientos básicos en la creación de un blog y textos de su autoría, que deseen profundizar en el proceso de creación y difusión literaria a través de las nuevas tecnologías.
Los interesados deberán remitir a la dirección electrónica
Un comité formado por representantes del CaSa y el maestro Fernando Montesdeoca elegirán a 20 alumnos que serán becados para tomar el curso. Su decisión será inapelable.
Esta convocatoria se cierra el martes 17 de febrero de 2009.
Los resultados se darán a conocer el viernes 20 de febrero en el blog del centro de las artes: http://www.casanagustin.blogspot.com/, y de manera personal vía correo electrónico.
Quienes sean seleccionados deberán firmar un documento en el que se comprometan a participar en todas las sesiones del taller.
El taller se integra de 6 sesiones sabatinas cada 15 días. Febrero: 21; marzo: 7, 21; abril: 4, 18; mayo: 9. El horario es de 10:00 a 13:00 horas.
Todas las sesiones tendrán lugar en la teleaula del CaSa.
Para cualquier caso no previsto en esta convocatoria, los aspirantes se someterán al fallo del jurado.
Fernando Montesdeoca (Ciudad de Mexico, 1952) estudió arquitectura, guionismo y realización cinematográfica. Ha hecho cortometrajes, crítica de cine, guiones, publicidad, diseño gráfico, fotografía, pintura y teatro. Actualmente es becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Oaxaca. Es autor de los libros Viaje nocturno, 1997 (cuento); Esta ilusión real, 2002 (Premio Juan Rulfo para Primera Novela 2001), y Moscas (Premio Nacional de Cuento Agustín Yañez, 2005). Su más reciente novela, En los dedos de la mariposa (2007) obtuvo el Premio Internacional de Novela Sergio Galindo. Minificciones de su autoría pueden apeciarse en http://dosisminimas.blogspot.com/; su obra plástica en http://fermontesdeoca.blogspot.com/, y sus fotografías en http://www.flickr.com/photos/montesdeoca
lunes, 2 de febrero de 2009
CUÉNTAME QUÉ HACES
Cuéntame qué haces,
si surgieron inesperadamente dudas
y éstas no multiplicaron panes ni peces,
si florecieron magnolias en tu paraguas
y si el revestimiento de miel a las galletas es el exacto.
Dime si temes que en un corte de luz
se pierda esa idea que revolucionará la literatura
Si caminas a la Universidad
si convienen los poemas en forma de corazón,
un gramo de avenida, treinta y cinco minutos de futbol.
Cuéntame qué haces,
si tu corazón aun permite civiles,
si compartes campamentos con Scouts
en un metro de emergencia.
Cuéntame de los que conocen Cachemira,
del fuego punzante del aire a seis mil metros
sobre el nivel del mar.
Dime si es Pessoa, Wiiliam Blake, Racine o Mongtaine,
o simplemente el sentido que da escribir con la soberbia
de un evangelio de sedantes
Cuéntame qué haces,
si el año internacional de Astronomía
es suficiente para escribir al margen de las reglas,
sólo con el olor a pan tostado de la medianoche
Cuéntame si bajo tu puerta el horizonte
de mi correspondencia es la hoja de afeitar
que desmonta los viñedos escarlatas
trazados por años y miles de letras.
LOS ÚLTIMOS APUNTES DE BARRY BENSON*
Lichtenberg
Encontré un buen lugar para vivir. Todo lugar es bueno. Un durazno, por ejemplo, sin pasajeros y sin la menor idea de ser envuelto por el aroma de la hierba y colisiones de miles de gotas de brisa que beberé como si fueran ginebra seca.
Vivir bajo la sombra del durazno que redime patrias tan sencillas como el de las abejas que leen a Whitman, o el de las hormigas soldados que desertaron porque el hierro que mata jamás se convirtió en una fuente de agua transparente.
El durazno, con su olor a elotes y riachuelos, permanece insomne en el milenario riego de la huerta.
Patria es aquella que crea universos una vez que todos nos olvidan. Patria, la que te reconoce y deja un sabor dulce en los labios, como de fruta que se fermenta bajo las hojas amarillas de la tierra húmeda.
Un durazno es un buen lugar para vivir mientras se me designan los filos y herrumbres de la muerte.
Por acá no llega el cartero, pero quizá algún día reciba una postal de almendras dulces envueltas en polen.
No conocí ningún puerto; sé de ellos por la hermosa niña de quien me enamoré, por ejemplo, que de noche el oleaje abre persianas de luces, que de día cubre de tamarindo estrellas polares, que en protesta salen mujeres hermosas en bikinis de entre la arena.
Debe ser muy bonito el mar.
Mi durazno, jabonoso por lo extra maduro, conserva un adherible donde se amontonan las palabras para abrazarse y decir “Monterrey, Corp.”, el Aschwits de los duraznos, según me dijeron.
Mi durazno es ejemplo de libertad, y como tal paga el precio acompañando destierros como el mío, dando sombra o juguito cuando nos apedrean.
Todo lugar es bueno para vivir, pero el alba de mi durazno –de ancestros británicos- se zambulle en las gotitas de agua de mis alas quebradas para darle paso a los siniestros y enormes gusanos.
¿Escuchan?
¡Son los Beatles!
Y el cielo azul, azul, azul, azul…azul…azul
*Inspirado en la película BeeMovie
¡ROBEMOS EL TEQUILA!
Estábamos en Sanborn`s. Sí, esa cafetería donde el discurso es toda una “sociedad del espectáculo”. Hasta fumar es inconcebible sin sentirse importante. Donde todo opera en "first class". Debe ser por eso, en detrimento de esa empresa, que a Luis Adrián se le ocurrió gritar
-¡Chinga tu madre!-, y al Fer fumar y rascarse los testículos ¡al mismo tiempo!
Ximena entre lo que es y será. Se reía. El tiempo en ella es cosmopolita, no tiene "restos de humedad" pero sí de primera clase, una dama, pues, entre tanto baquetón. De hecho ella nos invitó a su casa. Si la apuesta hubiese sido entre el Fer, Luis Adrián y yo, de seguro recurrimos a la fuente primaria de nuestras almas engoriladas: cervezas y hot dogs.
Salimos de tan melodramática cafetería. ¡Qué diálogos! -Caballero, un placer servirle, disculpe, ¡licenciado!, adelante, pase usted-
Bajamos al estacionamiento. Nos permitimos compartir autos. Qué creían. Estos tipos no tienen automóvil. Pues no. Qué fuera de esta crónica sin una carrera entre Luis Adrián y Ximena, ese pinche espíritu de la película Rápido y Furioso, esa superficialidad que da el ser guapos y populares, ¿o no?
No sé si Ximena me escogió de copiloto, o yo me subí a su auto porque uno jamás renuncia a morirse a su lado, situación que ya no es posible porque ahora ya maneja bien (con ello, por cierto, se acabaron las utopías). En fin, un poco de telepatía no está de más –Ximena, Ximena, Ximena dame un beso-. Pero ella sólo tenía una fijación y no eran mis labios -ya me chingó este güey- repetía en cada cruce.
De repente, al ver a Luis Adrián, a Ximena y al Fer bajar del auto, me imaginé en la obra de teatro Vaselina. Endubidubidú tararará, endubidubidú tararará.
Llegamos a la casa de “Jime”, donde los poetas no coinciden con los demás poetas en cuestiones como tradición o academia, o algo parecido. Qué bueno que soy ajeno a tan imperfecto oficio, al menos, esa impresión me quedó para algo tan sencillo como decir
-¡Guao, la tarde es maravillosa-!
El papá de Ximena se llama José Luis Camargo y sí, es a todo dar. Nos invitó cervezas, papitas, más cervezas y más papitas y nos mentaba la madre, y aunque suene contradictorio, Fernando, Luis Adrián y yo, nos sentíamos muy a gusto. Ese señor mienta la madre bien chistoso.
La mamá de Ximena me pidió mi opinión sobre algo importante, pero hasta el momento de escribir esta crónica, creo que sigue platicando, platicando, platicando....platicando.
Fernando me dijo:
-Pulidín, cuando se duerma mi tía, nos llevamos la botella de tequila
-Ya vas- le contesté
- ¿Qué dices Luis Adrián?
- Cabrón, los pinches pictes están buenísimos-
-mmmmmm, Luis Adrián ¿son tamales de elote o peyotes?
El tiempo pasa, da el resto, llena los vacíos y todos volvemos a decir
-¡Salud!
El señor José Luis Camargo me dijo:
-Vos Pulidín si tomás mi teléfono no vayás a hablar a Tailandia
La señora madre de Ximena nos adelantó todos los capítulos de sus recuerdos literarios que le publicarán en una editorial importante, y no nos pudimos llevar la botella de tequila.
A las dos de la mañana cada quien regresó a su casa. Luis Adrián lloraba por Ana, Fernando por Flor, y yo porque la telepatía no sirve para robar besos, ni botellas de tequila.