viernes, 13 de febrero de 2009

POLAROID

Tengo un parche de algodones en mi ojo izquierdo. El adhesivo me provoca comezón en la ceja. El ojo se llena de agüita y es una escaramuza de orugas silvestres. Esto es a consecuencia de lo que escucho y según se trata: por la pupila dilatada. Yo sólo sé que no hay término más impropio. Yo le diría que es como si "improvisamos una hinchazón", o "su ojo es un fantasmita errante", quizá "se le atascó la imagen por algún lado" ¿Qué tal?

Pero mientras son peras, manzanas, grillos o saltamontes, lo primero que hago es ver tu foto. ¡Eres bien bonita! Qué más da ver de un sólo ojo si con el me basta para moverlo en círculos y ser "mirada amorosa de apache", o contemplarte hasta que tus pestañas se llenan de brisa de cuarzo cristalino.

Con un sólo ojo aún puedo ver tu foto, soplar tu cabello, pellizcarte tus pequitas, desarmar los números que marcan la fecha de tu partida, navegar con pequeños remos hasta besar tu frente, llevarte a mi corazón cuando siento que la vida es como la última página de un buen libro que mantiene firme banderas que nos guían a casa.

Me gusta ver tu foto, sentir que nos tomamos de las manos y que seguimos juntos bajo un paraguas de chicharras y luciérnagas en Mozambique.

¿De verdad existe un lugar que se llama Mozambique? ¿Podremos ir algún día ahí donde la gente que se quiere busca hasta debajo de las piedras lunas de miel? ¿Y éstas serán más ricas que los pistaches, los ates o los chocolates? ¿Vendrán en bolsitas de celofán?





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