Foto:
MIIA
A Daniela Bos
Sé que te gustaría dinamitar la ciudad,parpadear veintiséis flashbacks un día
antes del divorcio de tus padres;
levantar, lo más alto que se pueda,
una botella de Jack Daniels,
el regreso de los magos,
Japón cuando todo era fiesta
Sé que concursas en un programa de tv
y tomas notas y a veces te sorprende
que no tengas de mascota un cocodrilo,
a Gizmo, enormes tigres de Bengala
Sé que das la vida por el rock clásico,
que no lo harías por hombres hechos de frases,
que el amor apunta al rostro y no es un ángel
que mira con sus ojos bonitos,
es el diablo que habita en La Encrucijada
y te aparece en la Sibelius de acordes regados
por todo el piso
Sé que ni tú ni yo haremos una revolución
por la Independencia, somos huérfanos
como los fanáticos del Grasshopper
un día de bombardeos y guerra
Sé que reconstruyes tu ciudad
en una fábrica de relojes,
que tienes problemas con los dobleces
del origami de tus edificios y calles
Sé que de nada sirve un arpón
cuando la gente apaga las luces
después de la medianoche
El mar es el cuervo de los exiliados
y, creo, que en eso estamos de acuerdo
Luis Daniel Pulido
*De la cara B del libro Prohibido degollar patos