miércoles, 9 de octubre de 2013

LOS FUGITIVOS NO SE RINDEN


Empiezo una nueva vida,
lo hago cada seis meses
desde que mi madre enfermó

Hay cosas que no toco, se mantienen:
la mesita donde leo, escribo, escucho música,
las conversaciones con Alí Chumacero

Hay días –y lo acepto– que duermo demasiado,
y qué importa, ya no pertenezco a una familia
respetable, al círculo de amigos depresivos
en las barracas: relámpagos, aguaceros,
egresados en Ciencias

A veces paso del rock al blues al jazz,
de José Eugenio Sánchez a Walcott,
de Buster Keaton a un vaso de leche,
a datos de la España negra

Soy otro: leo los mensajes de apoyo
de mis amigos de Puerto Rico,
que me publicarán en una revista de allá;
algo que escribí sobre fractales, microchips,
mujeres en minifalda, hojas sueltas,
caminatas imaginarias en el ITESO

Esta es mi nueva vida: camisas sin mangas,
cajetillas de Camel, estadísticas de la NFL

Tengo proyectos, nuevos proyectos,
unidades de tiempo, empezar una guerra

Mejor aún: Buscar la noche más larga del universo

Luis Daniel Pulido




2 comentarios:

ana claudia dijo...

Yo contigo en en todos tus proyectos, niño bonito!

cati covarrubias dijo...

VOY CONTIGO!