viernes, 4 de octubre de 2013

NADIA VILLAFUERTE

Luis Daniel Pulido & Nadia Villafuerte

Nadia y yo somos vecinos. Hemos sido amigos, cómplices, novios, hermanitos, enemigos, amantes, otra vez amigos.

Nos separa un mercado con su bullicio, luz de día, el peso muerto de sus noches.

A veces ella iba a mi casa a dormirse en el piso, a descansar después de una larga fiesta.
Y cuando despertaba tomábamos un taxi a Chiapa de Corzo a comer lomo relleno, pepita con tasajo, pollo en mole, beber coronitas. Un detalle: Nadia no fuma. Debe ser por su fijación y temor a los gérmenes. Y el cigarro tiene muchos.

Fue ella la primera en decirme “mamón”, que hay más música que escuchar como el soul, el blues, el jazz, y que no todo era Motley Crue, Iron Maiden, Judas Priest.

Un día su casa cambió. Se hizo regrandota: autos grandes, televisiones grandes, un gimnasio –de Karla, su sister, como le dice– grande, un balcón grande, todo grande. Yo la bauticé como La Mansión Villafuerte.

A veces se asomaba al balcón y platicábamos cosas como estas:

–¿Qué onda?
–No, nada, pasaba por aquí, vecina ¿Le canto?
–Órale pues

Y le cantaba Paranoid de Black Sabbath.

Su mamá nos hacía choco milk y quesadillas.

Cuando me quedaba en el ISSSTE para cuidar a mi mamá, pasaba por mí: nos escapábamos a comer tacos de carne asada. Yo tarareaba el Carmina Burana, ella se chupaba los dedos.

Hoy, pasados los años, es Nadia Villafuerte la única que ha soportado mi enfermedad. Y me siento un poco triste porque si hubiera tomado mis medicamentos cuando compartíamos sueños, tristezas, silencios y películas como El gran ladrón, Scoott Pilgrim contra los siete ex novios malignos, Megamente, con café  con pan y sin zapatos, bien cómodos, no habría rupturas, distanciamientos.

Pero Nadia está otra vez acá, tendiéndome su mano, volviendo a ser amigos.

Gracias Nadia, tomaré mis medicinas y me voy a levantar a correr por las mañanas como nuestra amiga Estrella del Valle.

Cuando nos veamos  –adivino– me dirás: Ay, Luis Daniel, estás refuerte.

Y sí, estoy refuerte

Luis Daniel Pulido 

2 comentarios:

Karen Kawakabu dijo...

Qué historia tan linda..y es real!

Te quiero

LoLiTa dijo...

Tú eres capaz de hacer nuestros sueños realidad, ummmmmm!

Te adoro!