Déjame te cuento las lonjitas:
dos cuando caminas, cuatro cuando te sientas,
ninguna cuando respiras
Déjame cuento todas las posibles migajas
de tu galleta sopeada, las veces que me pides
te lleve al Subway a ver la lluvia tras los cristales,
las tardes en Viena
Déjame te cuento tus horas fuera de Buenos Aires,
las que llevas de dieta; el cetro, la fábula, la guerra
Déjame te cuento los pasos a la maquinita de pepsis,
las veces que masticas los hielitos con tu fila de
dientes
–Ladrón –me dices; y sí, me robo el algodón de nubes
de tu lonjita, que desaparece
Deja, izo la bandera
Luis Daniel Pulido
1 comentario:
Eres tan abrazable
Naciste para se te coma a besos, bebé!
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