La ranita, un poco bizca, atrapaba luciérnagas para su alhajero de luces.
La ranita, desesperada porque no alcanzaba la "cifra incontable", atrapó
un gusano encebollado. ¡Guácala!- dijo la ranita y se escondió dentro de
un calcetín con hoyos y de color morado.
Un pie agitó el charco y como si se abriera un gran ojo se calzó el calcetín
con hoyos y de color morado. La ranita apretujada hasta el redondo inferior
del párpado salió disparada para trazar con su panza una raya en el agua.
¡Zip!- dijo la ranita arrullándose dentro de una burbuja. Allá va la ranita surcando
el cielo en el gran globo perlado y salpicado de miradas de niños como tú que
no daban crédito a lo que pasaba.
¡Blup! hizo la burbuja y la ranita cayó destripada después de dos piruetas.
Pinche ranita, ni aguanta nada.
2 comentarios:
pobre ranita bizca y desalojada, seguramente vecina de jack el destripador, no se porque me recuerda a los habitantes de la mision, y a quienes acudimos al hospital vida peor. saludos.
Dicen que la ranita pasó a mejor vida. Pero juro que no es la historia de ninguna ex novia...
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