A Nadia Villafuerte
Nos queremos. Así de simple.
A veces me pone retenes,
puntos estratégicos de revisión
en todos los accesos a los poemas que escribo.
Me pasa “báscula”, igual en una terminal aérea,
igual por carretera; en los lirios blancos de las narcomantas,
en los Playstations de que me trae de Laredo, Texas.
Nos queremos, no sé si mucho o poco,
pero seguro: lo suficiente.
Ambos no tenemos hijos,
hemos lavado dinero y dejado en moteles
-cada quien por su lado- más de 600
casquillos de pistolas 9 mm;
a veces de fusiles de asalto AK-47.
Nos queremos. Ella me platica de su novio
y yo de mis “escuadrones de la muerte”:
mujeres que vienen y van y violan mis derechos
cuando ofendidas despliegan sus tropas
y tengo que escapar en mi Gran Cherokee
a mi cajita de dragones.
Nos queremos. Así de simple.
Cuando pregunta ¿De quién son esos ojitos?
y yo salgo espantado de mi caja
y me acomoda mi pelito con tremendos
billetotes de su beca.
No soy interesado, pero soy feliz
cuando me compra mis taquitos
de carne asada.
Barriga llena, corazón con dueña.
Yeah!
A veces me pone retenes,
puntos estratégicos de revisión
en todos los accesos a los poemas que escribo.
Me pasa “báscula”, igual en una terminal aérea,
igual por carretera; en los lirios blancos de las narcomantas,
en los Playstations de que me trae de Laredo, Texas.
Nos queremos, no sé si mucho o poco,
pero seguro: lo suficiente.
Ambos no tenemos hijos,
hemos lavado dinero y dejado en moteles
-cada quien por su lado- más de 600
casquillos de pistolas 9 mm;
a veces de fusiles de asalto AK-47.
Nos queremos. Ella me platica de su novio
y yo de mis “escuadrones de la muerte”:
mujeres que vienen y van y violan mis derechos
cuando ofendidas despliegan sus tropas
y tengo que escapar en mi Gran Cherokee
a mi cajita de dragones.
Nos queremos. Así de simple.
Cuando pregunta ¿De quién son esos ojitos?
y yo salgo espantado de mi caja
y me acomoda mi pelito con tremendos
billetotes de su beca.
No soy interesado, pero soy feliz
cuando me compra mis taquitos
de carne asada.
Barriga llena, corazón con dueña.
Yeah!
5 comentarios:
CHINCHO, ESTAS DE REGRESO, YA NO TE VAYAS. NUNCA!!!
BESOS!!!
Barriga llena, corazón con dueña, qué buena frase,jajajajaja
Besos, Chincho
Marina:
Eso parece, pero aún anda con un poco de temor. Estaré pendiente
Besos
Mariana:
Detrás (y de frente) de una gran frase siempre hay una gran mujer. Nadia lo es
Besos
Chincho, eres adorable (ya no dejes que le griten a Luis "tres veces te engañé o me estás oyendo inútil, jojojojo)
Besos
Gorrón, ji
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