Para mi amiga Eva Fernández, este barquito de truenos
Eva, no lo hagas, tenemos que leer a Chesterton
picando quesos redondos en un plato -imagina-
anaranjado, o sobre la taquilla desvencijada
de los decibeles que te duelen cuando no tienes
a nadie que abrace tu cintura y la luz,
que entra por la ventana, traza una larga
raya de crayones: el sol frente al mar de Weddel
No lo hagas, tengo mermelada y pan tostado,
proteínas para cien niños y una flor que despunta
como espiral de hojas secas y nos convierte
en surfistas sobre la aurora de un país africano,
quizá en nuestro propio Club de la pelea
Eva, no busques dátiles en un abecedario
sin sobrevivientes, déjame soplar otoños
y abismos hasta que te despierte el maullido
de un gatito de ojos azules y estemos de acuerdo
que eso es el cielo: platito de leche para calentarnos
el corazón y las manos
7 comentarios:
La foto es cortesía del tapacholos
Gracias
Eres tan conmovedor
Si tan sólo pudiera besar eso ojitos, estar ahí contigo, a tu lado
Un beso
No sé qué, pero con este poema, yo no lo haría, seguro, y me iría contigo a ub bar
Besos, querido
Ese barquito es grandioso
Otro gran poema, cariño
Ese es mi gordito, siempre atento con las mujeres guapas, je
Besos
Karen:
Pues ya me besaste mis ojitos con esta soportunas y bonitas palabras
Dos besos
Cati:
Tus ideas para divertirnos siempre son brillantes
Besos
Claudia:
Ese barquito es el úncio con sobrevivientes de la Isla de la Calavera
Besos
Diana:
Ex gordito, por favor, ja
Besos
Este poema me atravesó el corazón
Pero sigues siendo lindo
Besos
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