Foto: El tapacholos
Hoy viajaste a San Cristóbal,
lo hiciste muy temprano.
Quise adivinar el número de vehículos
que hay en el centro de la ciudad,
pegar mi póster de The Who en la cocina,
apretar en un solo puño el metro cuadrado
de tus 120 kilómetros por hora,
construir –sobre el deshielo de los glaciares–
autopistas que den a la puerta de la casa.
Hoy te fuiste y nos despedimos;
me doblaste las mangas de la camisa
y pasé mis manos por tus nalgas para evitar
el desamparo de los próximos dos días.
En la mesita de centro la lista
de cuentas a pagar, los libros
que doblan esquina tras esquina
y dicen mucho y sin embargo
no aguanto las ganas de incendiarlos.
Hoy viajaste a San Cristóbal
y llueve y no te haré caso:
te busco en un centenar de notas
y bombardeo –cada dos segundos–
países donde los adultos no saben leer.
Ya habrá tiempo de cumplir
las promesas incumplidas,
de portarme bien y no complicar
la adquisición de bienes.
Hoy lanzaré dardos al himno nacional,
al entrenador del deportivo Guadalajara,
a esa chingadera que llaman independencia.
lo hiciste muy temprano.
Quise adivinar el número de vehículos
que hay en el centro de la ciudad,
pegar mi póster de The Who en la cocina,
apretar en un solo puño el metro cuadrado
de tus 120 kilómetros por hora,
construir –sobre el deshielo de los glaciares–
autopistas que den a la puerta de la casa.
Hoy te fuiste y nos despedimos;
me doblaste las mangas de la camisa
y pasé mis manos por tus nalgas para evitar
el desamparo de los próximos dos días.
En la mesita de centro la lista
de cuentas a pagar, los libros
que doblan esquina tras esquina
y dicen mucho y sin embargo
no aguanto las ganas de incendiarlos.
Hoy viajaste a San Cristóbal
y llueve y no te haré caso:
te busco en un centenar de notas
y bombardeo –cada dos segundos–
países donde los adultos no saben leer.
Ya habrá tiempo de cumplir
las promesas incumplidas,
de portarme bien y no complicar
la adquisición de bienes.
Hoy lanzaré dardos al himno nacional,
al entrenador del deportivo Guadalajara,
a esa chingadera que llaman independencia.
9 comentarios:
Oye, podemos ser amantes estos dos días?
Lolita:
Lo siento. Pero gracias. Ya me voy a portar bien. Veré Boomerang y el Cartoon Network, luego escribiré una carta con destino a Londres. Ah, y también veré películas.
Besos y un abrazo fuerte
Inche compadre, ver para creer, jo
....uh, contigo ni necesito ir al doctor para curarme la fiebre,ji...
...besos}
me gustó mucho tu poema
¿Los poemas forman corazones?
Yo creo que sí, tu los pintas aún cuando levanten la polvora de una bala
Besos
Y aquel beso que ti dí, ajua
Otro: Muaaack
Eres tan apasionado
Besos
Luis Daniel:
Imposible olvidar tus manos, más cuando las pasas por...ja
Besos
Luis, yo también lanzo dardos contigo, eres mi poeta sexy, el que incendia cada centímetro de mi piel
Besos!!
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