En estas tierras
–como bien dice Nadia–
el único poeta maldito
es el calor
No tengo casa,
esa impronta de recuerdos;
tengo –eso sí– que ganar
a pedradas un poco de fe
No es un secreto que Dios
se llama Aladino y te da caramelos
en un racimo de piedras:
la bala que hirió a Lenin en 1918,
calles de luz al final de cada escrito,
dragones que hacen de pan a los hombres,
árcanos de guerra pintados en los muros
En un exceso de luz
(ustedes saben, el corazón
tiene mucho de burlón y festivo)
me mandaste a deshojar los momentos
compartidos
La idea era que me dieras
una margarita, no un cerrón de puertas;
en fin, qué importa, en La Habana me esperan
un par de bailarinas de ojitos azules
Habrá que decir que el amor no es perfecto
ni rutinario, te pellizca los labios a manera
de obtener un gesto, un puchero taoísta,
un andamio de pajaritos
Ya sabrás tú si a partir de esta idea
vas por las verduras a la cocina
y de una vez por todas me haces
mi caldito, señorita
Oficinas de la CFE; Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; México
4 comentarios:
AHHHHH, YO SI TE QUIERO, ME AYUDASTE A ENTRAR A LA UNIVERSIDAD, Y ME ENSEÑASTE A DEFENDERME DE LOS CHAVOS GANDALLAS, Y ESO NO LO OLVIDO
BESOS
Marina:
Pues adelante, hazme sentir como un buen padre, responsable y orgulloso. Gracias por tus palabras.
Un abrazo
Pero cómo, pura verdurita ¿Y el pollito?
Besos
Denisse:
Pollito no come pollito
Besos
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