No estás solo, estamos solos
Nadia Villafuerte
Nadia Villafuerte
–No estás solo, estamos solos– me dices
desde alguna calle de la Ciudad de México;
y brillas como en la prepa, sin Dickens y Stendhal,
sin las líneas aéreas de la novela posmoderna,
sin los hilos que te desnudaron sobre el lienzo
de un teatro entre sábanas con el fervor de aquél adolescente
que aún memoriza sus clases de literatura después de tirarle
dos dientes al psicoanálisis, después de tallar con sus manos
un blue jeans de caricias a la virgen de Guadalupe porque
eso sigue siendo lo más divertido en el día de las madres
y no hablar de lo bonito que es México en tus cinco
horas de vuelo a Estados Unidos.
Recuerdo tu figura espigada en el concurso de belleza,
mi temperamento de quarterback y los jovencitos borrachos
que se acercaban y me decían que el universo se expandía
en tus nalgas; a tu maestro de español, tu favorito,
y que ya alguno de tus biógrafos acusa de “pinche macuarro”.
Yo sólo pienso que es un pésimo jugador de futbol,
de lo contrario cabrían mil especulaciones sobre
si son celos, racismo o simplemente un mensaje
autodestruyéndose y cuyas indicaciones siguen
siendo un secreto.
Es cierto que estamos solos,
que un vampiro disfrazado de poeta
te clava los colmillos y finge en los mensajes
de texto ser un caballero andante,
y todo porque el amor a veces se trata
de ganar dinero fácil: tú me compras
un pollito frito y yo al morder las alitas
te prometo amor eterno.
Mi nombre es Judas…Judas Priest
y rompo la ley
Rompo la ley
Rompo la ley
Pum, pum
Rompo la ley
Rompo la ley
Pum, pum
desde alguna calle de la Ciudad de México;
y brillas como en la prepa, sin Dickens y Stendhal,
sin las líneas aéreas de la novela posmoderna,
sin los hilos que te desnudaron sobre el lienzo
de un teatro entre sábanas con el fervor de aquél adolescente
que aún memoriza sus clases de literatura después de tirarle
dos dientes al psicoanálisis, después de tallar con sus manos
un blue jeans de caricias a la virgen de Guadalupe porque
eso sigue siendo lo más divertido en el día de las madres
y no hablar de lo bonito que es México en tus cinco
horas de vuelo a Estados Unidos.
Recuerdo tu figura espigada en el concurso de belleza,
mi temperamento de quarterback y los jovencitos borrachos
que se acercaban y me decían que el universo se expandía
en tus nalgas; a tu maestro de español, tu favorito,
y que ya alguno de tus biógrafos acusa de “pinche macuarro”.
Yo sólo pienso que es un pésimo jugador de futbol,
de lo contrario cabrían mil especulaciones sobre
si son celos, racismo o simplemente un mensaje
autodestruyéndose y cuyas indicaciones siguen
siendo un secreto.
Es cierto que estamos solos,
que un vampiro disfrazado de poeta
te clava los colmillos y finge en los mensajes
de texto ser un caballero andante,
y todo porque el amor a veces se trata
de ganar dinero fácil: tú me compras
un pollito frito y yo al morder las alitas
te prometo amor eterno.
Mi nombre es Judas…Judas Priest
y rompo la ley
Rompo la ley
Rompo la ley
Pum, pum
Rompo la ley
Rompo la ley
Pum, pum
6 comentarios:
Increíble, eres increíble
¿De dónde sacas todo eso?
Maravilloso
Besos
AMOR APACHE,JA
Luis Daniel:
Ese final a la Judas Priest me recordó a Doro Pesch, que canta rebien ese tema, en el Monterrey Metal Fest del año pasado
Me gusta tu rock en tu poesía
Besos
Karen:
Pues de la chistera; el otro día aparecí un conejo. Lo juro.
Besos
Marina:
bu-bu-bu-bu-bu-bu
Ay, guey, me maree
Besos
Diana:
La acabo de ver en Youtube. Gran versión. Doro sigue muy guapa, hasta parece regiomontana, ja
Besos
Orale, si alguien me va a recordar así, yo si le entro a cuanto concurso de belleza haya, ja
Besos
Alejandra:
Un honor verte en una pasarela, y un honor más grande escibirte ese poema
Besos
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