lunes, 10 de marzo de 2014

EL HOMBRE CON EL MARTILLO EN LA MANO*



El amor no elige lugar ni temas;
sé donde vivo: en la cola de la serpiente
de medios y su noticia más reciente:
el fraude de un tal Perkins –por citar un apellido–,
la malversación de fondos del ex gobernador,
el árbol genealógico de los contestatarios,
los defensores del medio ambiente,
de los que –como juguetes de cuerda–
mueven el mundo desde su título
de Licenciados en Ciencias de la Comunicación
en cualquier periódico –grande o chiquito–
al fragor del “debate” o muros del Facebook

Y podría escribir un artículo, un ensayo, un libro;
volverme profundo y dedicado, dictaminar el tamaño
del árbol del que se alimentan,
contagiarme de tradiciones y costumbres,
poner una Casa Museo,
una galería con garabatos,
pisar fuerte en eso que llaman Cultura y Arte

Pero no, me he vuelto distante, no abro puertas
–ni plurales, democráticas o estéticas–
sobre la poesía, el teatro, el uso de balsas
en la acusación y la denuncia,
en la dinámica de la jaula y el periquito
con pasamontaña

Y entiendo que hay miserias que conmueven,
que como un volcán de náuseas en la boca
del estómago mueven al grito, la indignación,
pero no acá, quizá en otra parte

Hoy, por ejemplo, sólo vine a dejar una cinta
de Morrisey y a caminar en sentido contrario
de las redes sociales

Luis Daniel Pulido

*Del libro (no publicado) Guadalajara, mi amo

2 comentarios:

cati covarrubias dijo...

TE AMO

EXTRAÑO QUE ME HAGAS EL AMOR

LoLiTa dijo...

Mi amor, mi gran amor, mi poeta, quien me hizo mujer en la niñez

te amo