El
amor no elige lugar ni temas;
sé donde
vivo: en la cola de la serpiente
de medios
y su noticia más reciente:
el fraude
de un tal Perkins –por citar un apellido–,
la malversación
de fondos del ex gobernador,
el árbol
genealógico de los contestatarios,
los defensores
del medio ambiente,
de los
que –como juguetes de cuerda–
mueven
el mundo desde su título
de Licenciados
en Ciencias de la Comunicación
en cualquier
periódico –grande o chiquito–
al fragor
del “debate” o muros del Facebook
Y
podría escribir un artículo, un ensayo, un libro;
volverme
profundo y dedicado, dictaminar el tamaño
del árbol
del que se alimentan,
contagiarme
de tradiciones y costumbres,
poner
una Casa Museo,
una galería
con garabatos,
pisar
fuerte en eso que llaman Cultura y Arte
Pero
no, me he vuelto distante, no abro puertas
–ni
plurales, democráticas o estéticas–
sobre
la poesía, el teatro, el uso de balsas
en la
acusación y la denuncia,
en la
dinámica de la jaula y el periquito
con pasamontaña
Y
entiendo que hay miserias que conmueven,
que como
un volcán de náuseas en la boca
del estómago
mueven al grito, la indignación,
pero
no acá, quizá en otra parte
Hoy,
por ejemplo, sólo vine a dejar una cinta
de Morrisey
y a caminar en sentido contrario
de las
redes sociales
Luis
Daniel Pulido
2 comentarios:
TE AMO
EXTRAÑO QUE ME HAGAS EL AMOR
Mi amor, mi gran amor, mi poeta, quien me hizo mujer en la niñez
te amo
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