Me pidieron escribir un ensayo,
la búsqueda –autorizada, por supuesto–
de escritores de posguerra
Quise escribir sobre México,
ser un sujeto contemporáneo y hablar
de las comunidades indígenas de Chiapas,
repetir en sus mil facetas la palabra “autonomía”,
adiestrarme en ella, ser el Bruce Lee que lleva
a la cama a la Mujer que sabe latín y evitar los pambazos
–feministas– de la protesta
Quise escribir sobre desplazados,
citar a Chomsky, reunirme con los hijos
de Bob Marley en la colonia Cuauhtémoc
de la Ciudad de México; dejarme –antes de escribir
algo serio y que valga la pena– la barba, las “rastas”
hasta volverme fotógrafo de tribus urbanas
Y lo pude hacer, pero la tristeza tiene más de “cien motivos”
y no forma centros o temas a seguir; se manifiesta en piedritas
que hacen “patitos” en el agua, en las nubes de un concierto
de Munford and Sons en Glastonbury, en lo que reconozco
y ya no me duele tanto: Que este país sea lo que sea, zona franca,
bibliografía crítica, heterónimos de Zapata, cenizas de veinte minutos
de lectores a fuerza
Lo siento: me voy a vivir al corazón de esa mujer
que habla por teléfono
Luis Daniel Pulido
*Poema publicado en la revista Quadrivium, Universidad de Puerto Rico
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