En la foto, Claudia Pon Cáceres y sus lindos sobrinos
-que me harás falta-
que mientras a las siete de la mañana de un domingo
te persignas y con ello agrupas el delta de tus vírgenes y santos,
yo destapo otra cerveza y libero a la altura de mis ojos
demonios que se asolean y jamás se arrodillan
Acepto que esto no es un poema
y sí una pequeña compañía aérea comercial,
un cartel publicitario en el Metro londinense
Puedo emborracharme,
dejar que mis lágrimas se resbalen por una Fender
y este recuerdo te persiga y siempre te salga al paso,
pero no: prefiero que transites por nuevos edificios,
que el sonido muerto de las olas no me permita
robarme los tréboles de la suerte de tu falda
y con ello pise los puentes alfombrados del universo
Pero me haces falta
-me harás falta-
seguro de que tu corazón no da vueltas en “U”
porque reniegas de los disparates viales
He aprendido a quererte y a quererte tanto,
que cuando soy Chincho levanto la luz de mi linterna
y aparecen placitas donde niños en ayunas
llenan tu corazón de leche tibia…
…te quiero tanto
7 comentarios:
El poema está a la altura de tan bella dama
Un abrazo regio
Querido Luis Daniel, celebro contigo esa nostalgia tan tuya: siempre dulce, siempre transparente
los poemas estan de poca madre. tu hija tambien.
Luis Daniel, me encanta verte enamorado. Nada más cuídate y nada de drugs ¿eh?
Besitos
Gracias, estimado Luis. Claudia es realmente bella
Ana, de mi corazón, hatsa me siento como Gasparín
Besos
Solo por hoy (mañana quien sabe)
Besos
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