Ya llegué (a Guadalajara). Un tío esperándome, muchos espectáculares, cinco vacas en el periférico y hace frío.
Claudia Pon Cáceres
Yo también siento frío como tú
y me hago bolita en mi cuarto
y el periférico que me cuentas
me pasa por dentro, incluidas
las cinco vacas con oscuras manchas.
Mi corazón tiembla
y le salen manitas de cangrejo
y le pido a Dios que los casi
ochenta mil habitantes de Guadalajara
sepan tratar a la reina
y que en la ventana del estudio
te asistan todos los angelitos de la guarda.
Porque uno es fuerte
pero a veces se llora un poquito,
a solas y comiendo yogurt con galleta;
es así que compruebo que no soy de hierro
ni nací en Noruega, pero no dejo de ser
un superhéroe que pega la nariz al cielo
de este poema que en realidad es una oración que dice:
Dios del rock, cuida siempre a Claudia
Desde Pulidín City
Chincho
Luis Daniel Pulido
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