Claudia:
Ayer, como te lo prometí, estuve pateando a los bribones. Una patada fue tan dura que Tito tuvo que sacar un paraguas para no empaparse de lágrimas. Vaya fastidio soportar a todos los negritos de
Después le atajé un penalti a Miguelín Sariñana, a tu nombre y su barra de televisores encendidos. Por supuesto puso cara de calabacita triste, de pos-halloween, de trajecito polvoriento sin monstruo y sin dueño.
Tito quiso venderme el motor completo de sus jugadas, pero le di otra patada y un piquete de ojos.
Y luego los reclamos y los clavos y los maderos y que me pongo listo y pienso en ti: Claudia, Claudia, Claudia, así todo el tiempo.
A Miguelín Sariñana se le murió su mamá y eso me puso triste. Pero le di un abrazo por los dos. Siempre he pensado que las mamás no deben morir.
Debo decirte que Tito, el diseñador gráfico derrotado, nos invitó muchos tacos.
Quizá piense que tú no me quieres ni tantito, pero el cielo y una banda de rock que se llama Judas Priest dicen lo contrario.
Desde Pulidín City
Chincho, tu Patito Fillol
*Ubaldo Matildo “El Pato” Fillol, legendario portero de River Plate, Racing de Avellaneda y la selección argentina campeona en el mundial 78.
No hay comentarios:
Publicar un comentario