
Ilustración: Claudia Pon Cáceres
Los niños vikingos como yo nos lavamos
el cabello con champú de manzanilla,
no usamos hojas de afeitar
y mucho menos bufandas de seda;
nos gusta el ombligo de fuera,
que apunte como cañón en su eje
y la barba que crece como la crema
espumosa de las malteadas.
2 comentarios:
estan bien bonitos tus dibujos. compre el periodico será mi poster
Discúlpame que hasta ahora conteste,mi querida Marina. Gracias por escribir y gastar tus siete pesitos.
Un abrazo
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