El amor es un reflejo al alcance,
una base de datos disponible;
de uno depende la información,
el formato, las aplicaciones,
la marca de cigarros que compartiremos
Es también esa televisión encendida,
el híjole y el tropel de niños
que se nos vienen encima
porque en una rebelión de caricias
se hizo posible tu idea de parir gemelos.
Y tú hablas de fuerzas oscuras,
y yo te digo que no confundas
a Darth Vader con la embajada argentina.
Entonces sonríes y asientas
y dices –mjú- con esa ironía
que tienes desde niña
y aún presumes porque siempre
tuviste televisión a colores.
Me remito a la noche del miércoles:
manteles rojos, series de tv,
las olas y las palmas quietas
y tu rostro en su afán de aire
que me obliga a abrir las ventanas
Dios mío, qué bonita eres.
3 comentarios:
Bien por renovar tu blog, avísarme, sentirte cerca, mi querido ex-raiders.
Besos
Está daga este poema, mi estimado Luis Daniel. Ya recibí tu libro Pollito Card. Un abrazo.
Un honor tu visita a mi planeta, mi estimado Eduardo. Te diera las llaves de la ciudad, pero la musa las olvidó en la casa.
Un abrazo
Publicar un comentario