domingo, 18 de mayo de 2025

REUNIÓN DE SHERIFFS


 

Cada vez salgo menos –el viejo mundo se petrificó en bibliotecas espectaculares, en Eurípides, Esquilo, en las paredes, en exalumnos de una escuela global, en lo único que queda: ventanas sucias, abiertas, rotas. Un perro ladra.
Me reconozco en el espejo: está la mueca de viejo sheriff, ese tic incontrolable que me avergüenza, el ojo que se desvía y sus ecos oscuros, su festín de sombras y su danza de coágulos secos.
Me quedan algunos amigos que se acuerdan de mí, me pagan un Uber, me presentan a sus hijos, me dan su mano, arman Congresos cuando naufragan, con un dolor de garganta, con el hielo –roca de brega– en los vasos con bebidas, la memoria que nos lleva a leer libros juntos. Llega Tania Corzo.
A veces me retuerzo por una descarga cerebral, tiemblo pero no pierdo los espacios, los agentes, el fuego de donde estoy sentado, las gotas de cerveza ancladas en mis labios, sumando a lo que se habla, a esos ordenadores cuánticos de una región: Villaflores. El verso.
No hay nada que se pueda hacer por mi salud. Por la soledad. Ni por el planeta. Reconozco que siento mucha vergüenza, que odio los espejos. Que salgo poco.
Y sin embargo… acá estoy, comiendo medallones de res, una pasta riquísima, y un pastel con un mensaje: Feliz cumpleaños, Miguel. Miguel Carballo.
Luis Daniel Pulido

No hay comentarios: