martes, 29 de abril de 2025

A VECES SE ME OLVIDAN COSAS (PERO NO QUE SOY ERIC CLAPTON)


 

Llegué con algo de dolor de cabeza –me empezó
a las cinco de la mañana y la cita fue a las diez en un café de viejos–
y me sentía confundido; me aferré a la memoria,
conté mis palabras y como desde hace días,
eran menos
Hablamos de entrada de cosas distintas
–yo de las enormes sombras de las catedrales
y él de esperar el tren que lo lleva a sus clases de francés;
alcancé una botella de agua, vi sangrar algunos bisontes
en la árida tierra de mis ojos endurecidos,
en la boca seca de quien no puede decir su nombre
y reclama en silencio la vocación abnegada de los dioses
Recuerdo algunas cosas –que ambos citamos algo de La Odisea,
sobre el tedio del realismo mágico, de ser susceptibles al error
y no reconocerlo;
pero la mesa ya no estaba ni la mesera ni el café de viejos,
ni los dragones ni el amanecer previo cuando mis amigos
se fueron
Mi cliente se levanta de la mesa para irse
y me dice “yo no puedo trabajar con quien viste tan mal”
La mesera me informa que se ha pagado la cuenta
Luis Daniel Pulido
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; México

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