Cuando hablan de formación convocan
años académicos, libros leídos, cierta libertad financiera,
premios como máquinas para imprimir dinero,
y yo me siento hombre-pájaro o Dustin Hoffman
en El Graduado
No sabía –más por disperso, niño futbolista,
por prever invitaciones a lugares que odio–
de la importancia de las horas leyendo,
de las vértebras rotas por alcanzar la perfección
del texto
Esto, por ejemplo, nació de la tierra,
con sus legumbres y lombrices y lodo negro,
después del fuego de una noche calurosa,
o la lluvia de hace mil años,
en una cueva o en la panza de un dinosaurio
Luis Daniel Pulido
No hay comentarios:
Publicar un comentario