lunes, 23 de junio de 2014

EL MAR QUE NAVEGAMOS


A Gina, mi pareja, mi mejor amiga

La vida pasa entre Pascual Bruckner,
criterios de táctica fija,
paredes de centros universitarios

La vida –página liminar, consuelo de vivos–
es esto, es aquello, un paréntesis,
una frase en un globito de Cabrera Infante

Tomar café a las nueve de la mañana,
llevar temas a conversar a la sobremesa;
un habano –Pulido– como tributo a los hoteles
de mala muerte que visitaste,
aquellos tiempos de activista,
de fases que culminaron en la barbarie

A los cuarenta y tres años se platica mucho:
de rock, de libros, de soccer

Así la vida pasa en la dieta baja en sales,
en Wordsworth, fallas en el suministro de energía,
velas de parafina, Diálogos de Galileo

La vida –estrellas fugaces, ranita en el estanque–
es un asiento para niños,
ilustres visitantes del Espacio,
las antenitas de vinil que detectan la presencia del enemigo,
la casa de cedros en Guadalajara,
el guiño –burbuja de jabón en el aire– que explota
y deja ver el sol más luminoso a un par de recién nacidos,
acto de fe que bendice el mar que navegamos:
girasoles a la vuelta de la esquina,
mantarraya soñolienta a un par de calles

Luis Daniel Pulido

21 de junio, 2014. Chiapa de Corzo, Chiapas; México



No hay comentarios: