miércoles, 24 de enero de 2024

CRÓNICA DE UN HOMBRE MIENTRAS ESPERA SUS BISTECES ENCEBOLLADOS (PORQUE, DICEN, ESO COME CONAN EL BÁRBARO)


 

La soledad es una circunstancia,

a veces por tus padres muertos

o gracias a la selección de películas equivocadas,

el balón que revienta en pedazos una ventana

 

Y la vida pasa y sigue y tus amigos

se mueren y ya no hay personajes

para tus historias, las sorpresas;

ni el alter ego ni la llamada

de larga distancia

 

Hay que leer libros,

mover los muebles,

sacudir la cama,

tirar las cervezas que no bebimos

hace dos meses

 

Hay aceitunas negras,

anuncios de once puestos

de pollos rostizados,

esa acústica calurosa

de un pueblo –dicen– mágico

 

Y nadie escucha la nueva canción de Megadeth,

y nadie sabe de los ninjas de la Costa Oeste,

ni quién es Elisabeth Shue, Elsa Aguirre,

una tal Magda Luz de la Prevo,

esa secundaria con escasos elementos

intelectuales

 

Que escribo y me reconocen algunas

recreaciones, algunas ciudades:

cómo le abro las costillas

al cuerpo del lenguaje

 

La sangre

 

Pero nadie escucha la nueva canción de Megadeth;

revientan el cielo con cohetes:

navíos de pólvora para sus santos,

brujos, redivivos danzantes

 

Y los pobres perros de la calle

que ladran y se pierden,

solos, entre el ruido

y la inmundicia

 

Y no hay neblina como en las películas,

mitómanos –eso sí– por todas partes

 

Luis Daniel Pulido

 


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