Los domingos decae mi potencial crítico,
que es chiquito, con dos o tres personajes marginales,
una manzana que parto en cuatro partes,
un silencio total como barco sin timón:
bebé al que le salen los dientes y Tebas
y, oh, sí, que no resucite Jenni Rivera
Los domingos no se completan ciclos literarios,
veo futbol a las doce del día,
destapo bolsas de pepitas,
me rasco el ombligo y abro las cartas
de mujeres que me dicen "no resuelves"
Los domingos hay tanta música que no me gusta,
un televisor encendido que suena y suena
Los domingos nada vale la pena;
claro, no se te ocurra encender la computadora,
caminar descalzo el perímetro rojo de la web,
salir a la calle, aceptar el saludo del vecino,
de esa “banda” que no rebasa el 1.70
y sin embargo está dispuesta a dar pelea
Los domingos se come rico,
nada de conceptos profundos,
sólo la barbacoa, la hora del Pacífico,
limones sin semilla...
Tu Príncipe de las Tinieblas
Luis Daniel Pulido
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