lunes, 29 de enero de 2024

CIERTA TERNURA QUE ANUNCIA EL FINAL DE LAS COSAS


 

Hoy me vi –caminaba a entrenar
en un lugar donde no hay un espacio para hacerlo,
y al mismo tiempo pensaba en el error y la idea generalizada
de la necesidad (irrenunciable) a ganarlo todo,
como sea;
en la vida pública y la privada y los escenarios
donde se reparte el poder y los dineros
del narcotráfico y el crimen organizado
Mucho pensar si tomamos en cuenta
que llevo un garrafón de veinte litros de agua
en una mano para ablandar la tierra del basurero donde entreno
Si soy sincero me doy a mí mismo cierta ternura,
porque –es de madrugada– y soy el hombre más solo de la Tierra,
lejos de la sobreoferta y la demanda,
las especulaciones
Y lo teórico y lo jurídico,
palabras más palabras menos,
no lo entiendo
En mi mesa hubo un poco de sopa caliente
y me acordé de mi madre
y me puse los guantes
Y conté: uno, dos tres, cuatro cinco pasos
y despegué hacia el cielo
Un balón naranja es parte del diálogo
y está en mis manos
y me he enlodado
He sido feliz y soy un casi fantasma
que cierra sus ojos y regresa a casa
donde ya no hay nadie
El viento arrastra un montoncito de hojarasca
y todo termina

Luis Daniel Pulido

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