Para mi hermano Marco Pulido y mi
sobrina Ana Pulido Rull
.
Mi
casa es el lenguaje, es lo que me heredaron, el faro cuando caminé a ciegas,
solo, sin familia y amigos. Una tierra que no propicia el cinismo ni la
codicia, amurallada por el silencio y el acento que reposa en un inmenso mar en
calma. Que me destinó al destierro en la patria de la miseria, donde las
palabras se arrastran, brotan como gusanos de sus muertos. Mi casa es el
lenguaje, su horizonte de luz que se refleja en pequeños charcos de agua, lo
que no me hace igual a ustedes, mi alfabeto con sus urbes y escenarios, a donde
voy a jugar y donde nadie me hace daño.
Luis
Daniel Pulido
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