No fueron –ni lo serán– las molestas
manos
en el rostro de los años,
el gato en la alfombra de los
patriotas,
el viejo Truman y su pila de
cadáveres
en cada agente de bienes raíces
Que te robaste unas pantaletas
–qué sé yo– y otras cositas vigorosas
para la belleza, pues sí;
tres páginas negras siempre conectan
con la decoración moral
estadounidense
o la conciencia mexicana: tanto
cochino dinero
para nada
El ruido es altamente contagioso
Como los círculos concéntricos de los
juicios,
el desmembramiento en vivo de una
persona
Te lo digo: hay barcos fantasmas que
desaparecen
y no alcanzan en tamaño ni un vaso de
leche
Luis Daniel Pulido
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