La lluvia, mis libros en venta, el último Camel,
los alka seltzers
Caminar para ir a reconocer una colaboración
extracurricular –como esos hijos que se tienen
fuera del matrimonio– con Dámaris y planear
mil cosas y llevar la mano al bolsillo y ver
que ambos tenemos poco dinero
Urge –me dice la madre de esa colaboración
extracurricular– un negocio, una venta de garaje
Urge que vendas tus libros, tu encefalopatía,
tu amor al futbol soccer, el rock de tu vida,
tus fotografías de niño, tu alma a Satanás
La lluvia, el perro que ladra, la hilera de goteras,
las noches que nos perdimos en Buenos Aires
Urge que venda mis libros, que me mate
Urge el Infierno, el Golem, La Habana
El pan en la mesa ofrece un sinfín de posibilidades
Luis Daniel Pulido
los alka seltzers
Caminar para ir a reconocer una colaboración
extracurricular –como esos hijos que se tienen
fuera del matrimonio– con Dámaris y planear
mil cosas y llevar la mano al bolsillo y ver
que ambos tenemos poco dinero
Urge –me dice la madre de esa colaboración
extracurricular– un negocio, una venta de garaje
Urge que vendas tus libros, tu encefalopatía,
tu amor al futbol soccer, el rock de tu vida,
tus fotografías de niño, tu alma a Satanás
La lluvia, el perro que ladra, la hilera de goteras,
las noches que nos perdimos en Buenos Aires
Urge que venda mis libros, que me mate
Urge el Infierno, el Golem, La Habana
El pan en la mesa ofrece un sinfín de posibilidades
Luis Daniel Pulido
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