A Tania, por acompañarme
Caminar solo, recordar canciones,
la mirada del patito feo, las principales
ciudades de Medio Oriente.
Un poco de arroz con leche
y rollitos de queso y perderse.
Autos, calles, edificios, vueltas de página,
escenas de pánico.
Tres días sin dormir ya pesan.
En mi casa –que quizá no sea más–
hay cuadrillas de falsos norteños:
hinchan el pecho, se dicen narcos,
cantan corridos, beben cerveza.
Necesito –señores– que construyan otra biblioteca.
Necesito nuevos libros, un ágora más grande,
y pastito.
Recapitulemos:
Caminar solo, esperar que caiga la noche,
escribir cartas a amigos, que programen
rock hasta las tres de la mañana.
Cuando salga el sol, estaré en otra parte:
tocando el sax en New Jersey.
Luis Daniel Pulido
2 comentarios:
Tu resistencia es honorable, tu corazón grande
Te quiero mucho
Y otro en mi casa. Si quieres
Que lindo sos
Te leo y lo único que quiero es abrazarte
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