Has dejado los virus informáticos
tu imagen de Tomb Raider,
de viuda negra del Cáucaso;
esa mirada de mujer sola de Liguria,
la sección oriente del Tec de Monterrey
donde te inventaste un restaurante asiático,
la terminal 4 del aeropuerto de Madrid,
carpas –ya sea de cerveza Heineken
o Corona– donde el rock no es una carta
abierta para jóvenes idiotas, un coche bomba
jalado por cuarenta ratones sino todo lo contrario:
un corazón que no escribe notas informativas,
diagnósticos con criterios puntuales ni pintas
que reagrupen sociedades de denuncia.
Ya no hacen falta.
Haces de tu mirada la guerra que se prolonga
hasta estos días y a la cual me uno y no espero
el bullicio de los bares mexicanos (ahí donde
la contrainsurgencia es una payasada o cleptocracias
con sabor a carracas de cerdo)
Espero –estoy preparado– una mina,
una calle solitaria con olor a humo y fuego,
que me subas al Nevsky Express y no pase nada:
que el cielo se abra y tú y yo no bailemos tan mal
Luis Daniel Pulido
4 comentarios:
precioso! muy buen post!perdona que no pase antes,presenté dos libros, en la ciudad, el viernes que pasó y en verdad, fue tal la CALIDEZ, que recibí,que aún lo pienso,y me emociono!
muchas gracias,por el poema
un abrazo,
lidia-la escriba
Pollito, qué gran poema. Te ganastae tus jelly beans, y te los voy a dar a besitos
Te quiero mucho
Grandioso. Quizá eres la única estrella que brilla en mi cielo diamantino
Besos
No, no bailamos tan mal, nunca lo hemos hecho, cariño
Besos
Publicar un comentario