Las cartas no rodean muros,
conquistan uno a uno países que me quedan lejos;
son como ruedas sin aceite: chillan y ruedan
y aplastan hileras de hormigas y hasta un gusano
de maguey satánico (que según cantaba igual
que Ronnie James Dio)
Confieso que soborné al guardián de los poemas
excelentes y escribí una carta a un juego de críquet:
era el medio tiempo, las 8 de la noche del 21 de octubre
de 1997 cuando Pakistán bombardeaba Cachemira
y yo buscaba, entre palos e insultos y goles anulados,
a la niña más bonita de los jardines que aran las bombas
que caen en la nieve y colorean de sangre y huesos los inviernos más fríos
Ensalivé el timbre, el mármol de un pequeñísimo
Bosque de Chapultepec, y me senté a ver cómo el sobre
se resbala en la rendija que me recuerda el parpadeo
de los niños ansiosos: ella aun no me responde que me quiere
5 comentarios:
Y tú me haces tanta falta Forrest
Te quiero un chingo, montones!!!
CHINCHO, ME ENTERNECES. ERES TAN LINDO Y MUY NOBLE
BESOS
Mi niño poeta, eres especial, nunca lo olvides
Un beso
Pues si ella no te responde, yo te digo que te quiero Dany,sobre todo porque sabés sobornar al guardián de los poemas. Con eso es suficiente. Besos llenos de luz
Lolita:
Gracias, ya me cansé de correr y tengo mucha hambre
Un beso
Marina:
Es que en vez de sangre tengo lechuguitas
Besos
Cati:
Claro, y bailo también como Elvis, ja
Un beso
Claudia:
Yo también te quiero mucho, y siempre, siempre, tengo mi barquito para zarpar hacia Argentina y verte de cerquita
Un beso, muchos besos
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