A Mónica
Intercambiamos audios por WhatsApp,
el sol era tan radiante por las tardes,
ella –lo juro– parecía una chica de California
y yo Marlon Brando,
la vida social no era una carretera sombría
y violenta,
eran –disculpen la recurrencia– los años ochenta
Pero hoy tenemos celulares, internet,
redes sociales, drones estadounidenses
sobrevolando México, lindo y querido,
pero también los 126 años de Hitchcock
Así que intercambiamos audios,
textos, una forma de platicar a la distancia,
de dar sombra o mar o desiertos,
pan de caja, pulparindos, langostinos
No revelaré lo que conversamos
–este gobierno es un espectro ominoso,
una mariposa negra, hombres rabiosos
que odian las glorietas: Marisol Sucre,
Riviera o Etiopía
Nos despedimos: ella tomará un vuelo
a las diez de la noche,
y yo me quedo en la cama con mi perro
Y como vivo cerca del aeropuerto,
veo hacia el cielo oscuro en busca de la luz
a la que diré adiós moviendo mis dos manos
Sin pena porque a ella no le dan miedo
mis ojos saltones
Luis Daniel Pulido
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