Yo no soy maestro de Literatura –ni pretendo serlo,
ni caminar los renglones sagrados de la Historia de la poesía,
darle luz a los que aspiran a saldo de replicantes,
y a veces
No pongo ejemplos ni soy un manual de opciones,
escribe lo que quieras, lee lo que quieras,
que como dijo Faulkner –y mira que mamón me veo,
“el hombre es la único entre todas las criaturas
que posee una voz inagotable porque tiene…”,
olvida a Faulkner
Ni nombres nada ni pretendas nada,
ve y camina desollado y ya sin huesos
y ya sin ojos hacia los murciélagos
que salen del tronco de un árbol
Y abre los brazos
Deja que sus alas te golpeen
Sueña un plato de lasaña
Luis Daniel Pulido
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