domingo, 12 de octubre de 2025

CRÓNICA DE UN LARGO DÍA EN TUXTLA GUTIÉRREZ


 

He caminado bajo el sol
—el sistema bancario mordisquea dineros
de los operadores de un partido político,
un viejo expresidente se orina en los pasillos
de Palacio Nacional,
veo las palmas de mis manos,
veo un país que lee a László Krasznahorkai
(se pronuncia Crasnajorkai y está lejos,
muy lejos de la chiapanequidad)
He caminado bajo el sol
—fugitivo por accidente y porque no hablo húngaro
y porque la verdad no he leído al Premio Nobel,
por ahí una película que como quitarle el letrero
a una cantina nada recuerdo
Hice, en tiempo récord, la corrección de un libro
de un autor que se autonombra el escritor más cabrón
del mundo, un periodista –de tantos,
con su idea universal de chuparle la sangre
al sistema y engordar en dos meses
Afortunados ustedes que leen a László Krasznahorkai
(se pronuncia Crasnajorkai y está lejos,
muy lejos de la chiapanequidad)
y sabían que era el bueno un día antes,
en el bar cerca de la alberca,
a días de una feria del libro,
en el olor a Bacardí blanco
Qué insoportables son los que quieren
reinventar el fuego,
los ríos desbordados por la lluvia pertinaz
Yo alcanzo a ver las estatuas moái de la Isla de Pascua,
las mojarras en aceite que estarán para las dos de la tarde
Aguacate
Luis Daniel Pulido

domingo, 5 de octubre de 2025

SILUETAS EN EL PARQUE DE LA MARIMBA



 

Hace una semana recibí un mensaje,
decía “last night in Barcelona”,
pero yo estaba en la calle sin un peso,
paisajes cuánticos, quince kilos de diferencia
al joven que fui en las fotos que observo…
solo en una banca
Una mujer promete regresar de su largo viaje,
y yo restrinjo las mil herramientas para el suicidio
—una mujer saca la lengua frente a la cámara
de su celular y se toma una selfie,
un lince de fuego da un gran salto
al otro lado de la montaña
—maravilloso—
y yo creo ser Bruce Dickinson
Hace una semana perdía todo,
ya no pude sostener rascacielos de viejas películas,
escucho Mouht of War de Pantera en los reflejos
de los charcos que deja la lluvia,
en la carga del celular que se apaga,
estoy incomunicado
Encuentro un dátil que saco de la corriente
de agua
Vuelvo a nacer en tu cumpleaños
Luis Daniel Pulido

¿QUÉ LLEVAS EN TU MOCHILA? LA MISMA CAJITA DE SUEÑOS


 

Para Luisa y Héctor


De repente –como despertar en medio de un desierto,
el gato por liebre, un nuevo socavón en la Ciudad de México,
soy echado a la calle;
ya sin casa camino sin rumbo a buscar la ola más limpia
de la noche, un corazón generoso,
un gato o un perrito y sólo recuerdo una canción de Van Halen
It's got what it takes
So tell me why can't this be love?
Straight from my heart
Oh, tell me why can't this be love?

El hambre aprieta –se sabe,
y las cúpulas abandonadas de las parroquias,
la oscura serenidad de la piedra,
el aleteo de las palomas en su fulgor negro,
su plata en el trueno
Y como escribir no es un trabajo –piensa la gente,
pues se trata de mil formas de colgar una hamaca,
suponen que puedes cuidar a sus perros,
escribir un guion de radio con sólo cerrar los ojos,
pues uno no hace nada,
el encanto es como el fruto que cae a tu panza
Ya cansado, busco a un amigo
–el piso mojado con su laberinto de hojas
cede a unos pequeños pasos:
una bonita perrita brinca hacia mi pecho;
se llama “chiripa”, me dicen los dueños
Ya tengo un bonito lugar para dormir
Luis Daniel Pulido

jueves, 25 de septiembre de 2025

FIDDLE RIDDLE


 

Imagino –esa escala dórica de truenos en el cielo,
que tengo una máquina del tiempo,
que es 1978 y hay juegos de futbol en la tele,
países que son feudos de lodo y donde se reconoce
el balón aún en esas condiciones
Imagino que abren un vinilo nuevo
–el olor a queroseno es inevitable,
a bosque con osos hibernando;
Bob Dylan o Led Zeppelin o Frank Zappa,
La Revolución de Emiliano Zapata,
Genesis, Sergio Méndez, Joan Baez
son sobremesa, cónclave, religión,
invención de la literatura
Tengo un Mustang GT 68 y vamos a la playa,
–se viene la mejor persecución de autos
de todos los tiempos
Suena Radar Love y soy Ubaldo Matildo Fillol
Y tuve muchos hijos
Luis Daniel Pulido

domingo, 21 de septiembre de 2025

AZTECAS, EL CAMPEONÍSIMO EQUIPO DE FUTBOL DE SALÓN


 

El equipo ya tenía historia: un joven portero, Hugo Martínez Gómez, llamado cariñosamente “Coco”, lo hizo posible. Cansado de jugar con señores mayores que él, con riesgo al despojo (tenía los mejores guantes, los mejores uniformes), al vicio en turno, a la mala publicidad que dan los jugadores gordos, renuncia a la carta magna de todo el futbol llanero: jugar en Aztecas significaba compromiso de verdaderos hombres, puntuales y comprometidos. Así que abandona a esos tipos destinados al fracaso y propone a sus amigos de la escuela, del barrio, a ser parte de su idea: un dream team, su dream team. “Coco” se haría cargo de todos los gastos y, además, en su Renault 12, berlina indestructible, transportaría a todos o casi todos los jugadores al partido. Así logra reunir a la base de aquel equipo: Manolo y Mauricio, como defensas, y de delanteros, un par de jóvenes que dejaron una estela de hombres caídos, driblados, vencidos, un par de cracks: Enrique y Gil Valencia. ¿El portero? Un titularísimo e inamovible “Coco”. Como admiradores de su juego nos sumamos, mayores en edad y mañas, el contador Carlos y yo: Luis Daniel Pulido. No hubo problemas, el buen Hugo me cedió su puesto y fui el portero de esos muchachos, sanos, que no tomaban alcohol, y que me invitaron cajitas de Kentucky Friend Chicken después de un juego (platicábamos en las jardineras de la Ciudad Deportiva). Cada partido era una fiesta, imposible no querernos como compañeros y amigos. Aztecas –ese equipo de futbol de salón al que llegué para ver los goles increíbles de Quique y Gil en primera fila, de sentirme arropado por esos dos jóvenes defensas: Manolo y Mauricio, de respirar esa luz futbolera que saltaba de todas partes, lo llevo en el corazón y está tan presente, que pareciera no pasó hace treinta años. Apunte: las edades de ellos eran de entre 18 y 22 años. Yo tenía 26 y el contador Carlos, 35 años. Y esté último, queridísimo abuelo, nos dejó una de las postales que un muchacho de 18 años como Gil Valencia, no pudiera creer: que un hombre alternara de mujer en cada juego. “¡No mames! ¿Se puede hacer eso?”, preguntaba. Pues no, pero nuestro amigo sí. “Coco”, como nuestro presidente y director deportivo le pidió, de favor, que se divorciara de la más callada, que era la esposa bajo la ley, y se decantara por la más efusiva para celebrar nuestras victorias, que era, en rol y presencia, la novia. Y sí, era más linda y nos echaba porras y cuando alguien hacía un faul grosero a uno de nosotros, encaraba al malvado agresor… ¡Cochino, hijo de tu p…!”, sentenciaba al que ya presentaba síntomas de parálisis facial por escuchar esa verdad que resonaba hasta el Cañón del Sumidero.
Gracias, Aztecas, por la oportunidad de jugar con ustedes.
Luis Daniel Pulido

martes, 16 de septiembre de 2025

¿VIVA MÉXICO? VIVA YO


 

Te reíste cuando te dije que no he escuchado
las canciones de Café Tacuba –quizá por algo de biología
o genética del comportamiento o porque, la verdad,
aún llevo en la boca –como si fuera goma de mascar–
las canciones de Van Halen;
una distancia, sí, de estándares y capitalismos
heteronormativos, incluso de peso,
me refiero a que tú me llamas “roquerillo”
y yo –miras por ventana de un bar porteño,
actriz de película de Sorrentino
Hoy que daré las gracias por servirle a mi país,
no más patria o muerte ni chiles en nogada
para la clase obrera,
que otros ondeen los pañuelitos de las agendas,
comienzo otro viaje a Ítaca,
a los remedios para la calvicie
y el whisky en las rocas
y sacar viejas playeras de las gavetas
Pero jamás a las canciones ni activismos
de esa banda de pastelazos patrios
Nos vemos después de los comerciales
Luis Daniel Pulido

domingo, 14 de septiembre de 2025

LO QUE USTED DIGA, SR. GOBERNADOR



En Chiapas no importa de dónde vienen los que nos gobiernan, igual sean acosadores, rateros o matones. Una vez en el trono, se convierten en ciudadanos de París o Berkeley, estadistas de alcances casi celestiales, un semidiós constitucionalista, un intelectual, un consejero jurídico, un humanista, la Madre Teresa, un santo que paga bien. Benditos, transformaron –impugnación del afectado, legitimización de medios de comunicación– a un sencillo "Zanja Negra" a un "Jaguar Negro", por aquello de los chistes y faltas de respeto a la investidura y porque, su primer bautizo social, la verdad, si convocaba a risa. Ahí van, pues, los billetes y bajen la cabeza ante su nuevo rey…

Luis Daniel Pulido

jueves, 11 de septiembre de 2025

ANTIGUOS TERRENOS DE JUEGO


 

Me acuerdo que fumaba Marlboro Rojos,
caminaba como pistolero por la Avenida Central,
Walkman Sony en la mano izquierda,
gorra al revés de Los Raiders –era un pitbull
en busca de pelea pero que cedía a la primera
mujer con playera de New Order
No aspiraba –como mis compañeros,
a ser coordinador parlamentario,
a líneas de tiempo donde son gobierno
Era yo cantando canciones de Iron Maiden,
un oso solitario, veleros de un barco antiguo,
Rime of the Ancient Mariner
Doy gracias a mi fe de perro con hambre,
al tercio de niños que lucharon conmigo
contra monstruos en las profundidades de los océanos,
al rock and roll –noruegos goleando a Moldavia,
que aún bailo como Mike Rutherford
y Phil Collins en Invisible Touch
Y mi madre me llama Tom Sawyer
Luis Daniel Pulido

UN HOMBRE TAMBIÉN ES UN OCÉANO


 

Mi relación con las enfermedades es como la de un avión supersónico que se estrella con un objeto inamovible, a un planeta con un manto de silencio inmenso. La devastación es un día normal: otra vez todo es roca, glaciares, pequeños fulgores, un oso ciego. No tengo respuesta a lo que me pasa, un día un poco de dolor de cabeza, fiebre, un látigo de fuego en los pulmones, un animal de dientes filosos en las entrañas, percebes amargos en vez de boca, un monstruo en el espejo, yo tirado en la cama. Así van cinco días, aferrándome a las paredes cuando bajo por un vaso de agua, a ganar esas pequeñas guerras para alimentar a los perros, a regar los cálidos árboles que deshojan los gatos cuando tienen hambre. Pero acepto y bendigo la enfermedad, el rostro deforme, lento y contemplativo de los hongos nucleares, como cuando era niño y era encerrado por violento. La imaginación camina hacia otros lados y es lo más parecido a los juegos pirotécnicos.

Luis Daniel Pulido

martes, 9 de septiembre de 2025

CARTA A LÍBANO (PARTE DOS)



 Para Muna D


He contado la anécdota a amigos muy cercanos: Héctor Cortés Mandujano, Miguel Carballo, Sonia Espinoza Corzo, a Sofía. Era un adolescente cuando la belleza me marcó, hablo de la tentación por la piel y sus abismos, a los incendios que traspasan los cercos del bien y del mal. Cuando uno arde sin saber por qué exactamente. Como todo adolescente de doce o trece años, era feliz con poco: jugando futbol con los amigos del barrio, con los nuevos que iba conociendo en la secundaria, con los que huían de las guerras del otro lado del mundo y con esos raros mecanismos míos de escapes de la realidad: un cómic, una serie estadounidense de tv, sentir la lluvia sin miedo a que me partiera un rayo, el pan de dulce antes de que el hambre me transformara en Alien, el octavo pasajero. Por cosas que pasan: mi casa estaba camino a la casa de mi amigo libanés de la secundaria: Samir Buchaín, su hermana –casada en esos años con un ranchero bigotón, me daban un “aventón” a mi casa. A veces, y quizá por preservar el patrimonio cultural entre naciones, me quedaba a comer con ellos. Y claro, a jugar futbol en el cuarto de mi amigo, aún con reminiscencias de la guerra y algunas radiografías calcificadas de los vuelos transoceánicos, y supongo que por ello mi amigo era muy delgado. La pelota, caprichosa por los universos nuevos y por falta de habilidad de esos dos jugadores chutando en una cancha improvisada y flanqueada por una cama y un enorme poster de John Lennon y Yoko Ono, se escurrió al cuarto de la hermana de Samir, que tenía la puerta abierta y dormía desactivada del posible y cercano fin del mundo. Entré al cuarto con los aspavientos de un joven enojado con su compañero por su falta de sensibilidad en los pies. Y ahí estaba ella, bellísima, con su silueta cubierta con una bata blanca, bajo los prodigiosos monumentos de mundos que ya no existen, frágil pero a la vez, como si todos los universos posibles fueran suyos, con la paz de una niña que acababa de nacer. De repente sentí vergüenza, y reconocí mi falta: tomé la pelota y regresé con mi amigo. Boté dos veces la pelota y se la pasé para que en esa acción, mi vida, que se acababa de detener en el tiempo, volviera a suceder, a moverse, a soltar el corazón hacia esa mujer que ilumina cada día y cada noche que la recuerdo. Han pasado los años y fui Steve McQueen, Robert Redford y Paul Newman. También Ubaldo Matildo Fillol. La vi de nuevo cuando la entrevistó Carmen Aristegui y hace unos días en la promoción de su libro, en su video columna: Ángulos del fraude. Y su belleza sigue intacta… el mismo mar a corazón abierto. Todas las revelaciones sagradas están en ella y lo supe desde ese día.
Luis Daniel Pulido

jueves, 4 de septiembre de 2025

NAVEGAR CONTRA EL VACÍO


 

Qué solo me siento –aunque en la revisión de los hechos,
nací así: con padres casi muertos,
en otro tiempo de devociones inquebrantables,
con un perro siempre al lado, un montón de tapitas de plástico;
debe ser por las cosas que imagino,
esas pequeñas plantas que renacen en la tierra,
los barcos empapados de palabras no escritas,
ese nudo de monstruos marinos en la garganta
Más de cincuenta años hundido en la profunda soledad,
de honrar la misma casa abandonada,
de cumpleaños que son vigilias interminables,
platos sucios, restos de carne,
balbuceo de insectos en el pico de la tarde
Qué solo me siento –la música y su danza de fantasmas
son lo único que me acompañan,
ese viejo disco de Bob Dylan, las despedidas dolorosas,
las cartas de amor, la lengua de los gatos
y su murmullo de bosque infinito al beber agua,
cristales filosos abriendo las arterias,
un pan partido a la mitad
Nací con la soledad como único perro negro
y guardián,
sin vivos y sin muertos ni pueblo que celebrar,
ciego compulsivo por la luz en el fondo del mar,
arados de corales, sal de los abismos,
constelaciones a las que nadie llega,
pez sin ojos –trino de cristales,
ese canto propio de la muerte
Luis Daniel Pulido
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; México 04/09/2025

sábado, 23 de agosto de 2025

HBO (QUIERO UNA NOVIA COMO LA NOVIA DE JAMES GUNN)



 

Madrugo –el cambio de sentido gravitacional
empieza desde la almohada hasta apagar la alarma,
cuando estiro el brazo hacia la invención imperialista
de la que tanto reniegan: iluminan los rostros
con un Iphone, igual un sencillo becario
que el más ilustre de la izquierda boliviana
Me alisto para sacar a mis perros,
en un lugar de la Ciudad de México,
los jueces del pueblo garantizan el Estado Laico,
si fuera necesario,
una gallina salta al estrado
al mismo tiempo que cantan el himno nacional
Pero voy con mis perros –y la luna y las estrellas
de la Grecia antigua,
el otoño en La Odisea sin presencia global
ni asesorías financieras,
sino en la sencilla postal de un hombre
que se esfuerza por ver el camino
Un campesino me saluda y abre el portal de Belén,
la cima más alta de la fraternidad;
veo el futuro: lo crucificará por unas monedas
un líder social
Regreso a casa –traidor a la patria,
a ver el Peacemaker en HBO,
antihéroe que escucha rock en autos clásicos
y ve fijamente la luz que pasa entre los árboles
e inhala cocaína sobre la portada de libros,
Luz de agosto de Faulkner –puede ser,
y el sirimiri de las pequeñas editoriales
Julian, it's a hungry world
They're going to eat you alive, son, a-yeah
Oh, Julian, when their fangs sink in
I'll stitch you, but then I gotta throw you back in, oh

Luis Daniel Pulido

¿Y TÚ, DE QUÉ TE RÍES?


 

Es Chiapas el estado más pobre de México, se sabe. La han retorcido para complacer delirios políticos: ¿Cuántas comunidades indígenas se necesitan para otorgar una silla presidencial? Todas. Persisten, en su oligarquía, señoras y señores con aires porfiristas, sus empresarios en cargos públicos. Defienden su realeza. Un estado vilipendiado, fragmentado en plazas de poder, arrastrado de aquí y allá por los intereses más amargos y oscuros, y que desemboca en un montón de niños explotados arrojados a la calle, a la vista de todos, y que –irónico– ha dado un periodismo cómplice, embustero, sesgado a las fuentes oficiales, cuando debería ser lo contrario, al menos por un mínimo de dignidad. Pero la mayoría, se sabe también, son extorsionadores disfrazados de periodistas. Otra, y las más triste y grave, una juventud acrítica, de particulares, indiferente y dada al relajo, porque, como escribió Jorge Portilla en “Fenomenología del relajo”, es el hábito mexicano de convertirlo todo en chiste, en risa colectiva para evadir la realidad y el compromiso:
"El «relajo» es mucho más que una broma; es una forma colectiva de evasión. Esta risa, que disuelve el compromiso e impide la seriedad, puede tener severas consecuencias. Si todo se convierte en relajo, la risa se vuelve una excusa para la inacción, y la burla, un freno para el pensamiento. El filósofo no condena la risa en la Fenomenología del relajo, sino aquella que actúa como un anestésico social, que oculta un vacío en lugar de enfrentarlo".
Es Chiapas el estado más pobre, se sabe. Donde todo es fiesta y desmadre, esas que invisibilizan sus tragedias.
Luis Daniel Pulido

martes, 19 de agosto de 2025

BEN GRIMM


 

Yo no soy maestro de Literatura –ni pretendo serlo,
ni caminar los renglones sagrados de la Historia de la poesía,
darle luz a los que aspiran a saldo de replicantes,
a lo mucho platico con amigos cercanos,
y a veces
No pongo ejemplos ni soy un manual de opciones,
escribe lo que quieras, lee lo que quieras,
que como dijo Faulkner –y mira que mamón me veo,
“el hombre es la único entre todas las criaturas
que posee una voz inagotable porque tiene…”,
olvida a Faulkner
Ni nombres nada ni pretendas nada,
ve y camina desollado y ya sin huesos
y ya sin ojos hacia los murciélagos
que salen del tronco de un árbol
Y abre los brazos
Deja que sus alas te golpeen
Sueña un plato de lasaña
Luis Daniel Pulido