domingo, 7 de noviembre de 2021

PUNCIÓN LUMBAR (LOS PORTEROS NUNCA SE RINDEN)



 

He llegado solo a la clínica;

afuera, se supone, reforestan,

y es un acto amoroso,

mi reconexión con el ruido,

la hojarasca mojada sobre la tierra

 

Me preguntan si tengo familiares

o si vengo acompañado de un amigo:

“no tengo”, respondo;

hace tiempo que no camino territorios

comunes ni comento las piezas expuestas

por las heridas de Centroamérica

 

Una llamada y hacen una excepción,

breve fauna de un lenguaje de quien

me debe favores, el jardín de atrás

de la casa: procedan, ordenan

 

Ofrezco mi columna,

la aguja entra:

el sol, imagino, ya ilumina

un pedazo de banqueta

 

Cierro mis ojos y por un momento

no pienso en nadie

 

El mar de fondo se encarga de todo

 

Luis Daniel Pulido


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