Son pocos los viajes a los que
se renuncia cuando uno es joven. Se estudia, manejamos hasta la playa,
regresamos, nos enamoramos, jugamos futbol, nos rendimos a un atardecer, una
cerveza fría, una mujer que se vuelve el centro de todo. Recuerdo a Pepe, lateral
izquierdo, en el campo de La Salle, en lo que fue el primer equipo de soccer de
Chamula´s Power. Pero recuerdo también cómo se integró a nuestro equipo de
futbol de salón. Rápido, emocional, bravo. “Ah, corre como la chingada”, pensé
más de una vez. Y lo hacía, pues no sólo jugaba fut, corría maratones. Y si no
mal recuerdo, se “habló de tú” con el torero El Glison en el lobby de un hotel
donde Pepe era el dueño. A los juegos lo acompañaba una mujer muy bonita. Su
novia de esos años. Hoy pienso que su corazón de niño siempre estuvo expuesto,
sin defensa alguna, sin cronologías previas: un avión que volaba a otros
horizontes, muchas veces a un desierto, síntoma de los hombres buenos.
Azul... azul
Una música lenta y azul
Recargada en la tibia quimera
Despidiendo un anhelo que va en autobús
Un rasguño en la media
Navegando la espera
La viuda del blues
Recuerdo a mi amigo Pepe, sentado en una banca del colegio La Salle, después de un juego; él triste, pero no abatido. La linda muchacha ya no era su novia. Pero me dijo algo que nunca olvidé “me costó mucho sacarla de mi corazón, pero ya estamos en otra cosa, mi Dany”. Y Pepe corrió hacia el campo como quien atraviesa un sendero de barcos y deslumbramientos, un largo puente hacia un nuevo tiempo. Pepe se casó y es feliz y años después coincidimos en un concierto de Real de 14. No sé si estábamos borrachos o muy felices o sólo nos subimos al continuo histórico del zapatismo en Chiapas, o si leíamos filosofía o vayan a saber qué. Nos saludamos efusivamente, casi gritando. No sé si nos abrazamos pero diré que sí. La vida y Pepe lo valen.
Hoy lamentamos las decisiones
políticas que se vinieron y que este país no sea el que soñamos.
Azul... azul
Y una voz que entristece al cantar
Reteniendo en su lecho las sombras
Esas sombras que besan y luego se van
Una fotografía
Una línea en la mano
Que quiere borrar…
Luis Daniel Pulido
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